Los días 3, 4 y 5 de junio se realizó en Formosa la Cumbre Nacional de Pueblos y Organizaciones Indígenas. Participaron delegaciones de 15 pueblos y naciones originarias de distintas provincias argentinas. Se debatió y se acordó un documento para ser presentado al gobierno de Formosa y otro al gobierno nacional.
El jueves 6 se realizó una vigilia en Plaza de Mayo con el fin de ser recibidos por la presidenta. Contó con el apoyo y la presencia de numerosas organizaciones de derechos humanos y partidos políticos. Al no ser recibidos, dejaron el documento en mesa de entradas y acordaron realizar rondas todos los miércoles hasta alcanzar su objetivo. Así, el 12 de junio, se realizó la primera ronda en Plaza de Mayo.
— ¿Cómo está la situación de los pueblos originarios hoy en Formosa?
— Está muy complicada, porque el gobierno de Formosa pone toda su artillería para intentar demostrar que lo que estamos diciendo no es cierto. Entonces trabaja con líderes religiosos y otros grupos como para poder mostrar que ellos tienen la razón. Pero la mayoría de los pueblos indígenas de Formosa, como los nivaklé, pilagá, qom y wichi, estamos muy cansados de que nos traten de esta manera.
— ¿Qué sensación te causó haber visto a Gildo Insfrán en el acto del 25 de Mayo?
— Para nosotros en una muestra del desinterés de parte de las autoridades nacionales de la política indígena. Porque a Gildo Insfrán lo vemos como un modelo del autoritarismo que se está implementando en Formosa; y es muy peligroso que eso se pueda aplicar en otras provincias. Él está teniendo mucho poder, está gobernando desde hace mucho tiempo, se lo está tomando como modelo, y eso nos genera mucha preocupación.
— Por un lado vemos la violencia gubernamental hacia los pueblos originarios, pero también la importante resistencia de las comunidades indígenas. Vos hace poco fuiste reelecto al frente de la comunidad La Primavera. ¿Qué sensación te genera eso?
— Esto me genera mucha seguridad y mucha convicción de que la lucha tiene que seguir. Se ha retomado la confianza de la comunidad hacia mi persona y de mí hacia la comunidad. Genera mucha hermandad, mucha familiaridad con esta causa que para nosotros es importante poder sostenerla porque es la única forma de recuperar nuestros territorios. Eso le preocupa al Gobierno: nosotros estamos cada vez más convencidos y ya no queremos que nos manipulen, que nos digan lo que tenemos que hacer. Nuestra lucha es por la recuperación de los territorios.
— ¿Bajo qué intereses los están despojando de sus territorios?
— Lo principal que se está haciendo en la provincia sobre el uso del territorio es el ganado, la explotación del turismo y la siembra de soja. Eso nos preocupa. También quieren enseñarnos cómo el indígena tiene que sacar provecho de la tierra que ocupa. Pero nosotros pensamos que el uso de la tierra debe hacerse con mucho respeto, con mucho cuidado del medio ambiente. No con la contaminación con agrotóxicos y los desmontes.
Los puntos más importantes del documento que Cristina no quiere leer:
– Se denuncia la falta de acción ante las muertes de hermanos originarios en los últimos años.
– Denuncia el incumplimiento y la malversación de fondos con la implementación del programa de relevamiento territorial (Ley 26.160).
– Cuestiona el avance de la soja, sus consecuencias y el modelo de industria extractiva, principalmente la megaminería contaminante y el petróleo; y al gobierno nacional que lo impulsa en alianza con las grandes corporaciones.
– Cuestiona la reforma del Código Civil, donde remarcan que no hubo participación indígena según establece la ley.