El proyectil -que aún sigue alojado en su cuerpo-, pasó a centímetros de su corazón. Una esfera de 5 u 8 centímetros –según los resultados del perito balístico- impactó sobre su pecho, le fisuró una costilla y golpeó su pulmón. “Estaba junto con niños, estudiantes, trabajadores, integrantes de comunidades mapuches”, señala a través de comunicado el profesor de historia y docente universitario Rodrigo Barreiro, de 33 años -que todavía sigue internalizado en medio de una ciudad militarizada-.
Así, ante una marcha de 5.000 personas, con un herido de bala de plomo y decenas de manifestantes afectados por balas de goma y gases lacrimógenos –hechos que recuerdan a la violencia con la que fueron asesinados Teresa Rodríguez y Carlos Fuentealba-, el miércoles 28/8 se aprobaba en Neuquén el proyecto del kirchnerismo y el gobernador neuquino Jorge Sapag (MPN). La Legislatura convertía en ley, tras la represión policial que duró casi diez horas continuas, el acuerdo entre la provincia y la petrolera YPF para extender la concesión en el área Loma Campana, de Vaca Muerta, donde la compañía planea iniciar la exploración de hidrocarburos no convencionales junto a la estadounidense Chevron.
“La protesta fue armada por los intereses que están en contra de la Argentina”, señalaba al día siguiente de la represión el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, junto al ministro Julio De Vido, en el acto organizado por el Gobierno Nacional a raíz de la entrega de fondos para obras públicas en esa provincia. Mientras, le agradecía al gobernador Jorge Sapag –parado a su lado- por poner “la cara y el pecho”.
Inmediatamente, el jueves 29/8 más de 10 mil personas llegaron hasta las puertas de la Casa de Gobierno provincial para repudiar el acuerdo con Chevron y la represión, en el marco del paro y la movilización convocada por la CTA. Ese día hubo actos y movilizaciones en todas las provincias. En Capital Federal, el 5/9 la CTA volvió a movilizarse y convocó una nutrida marcha hasta Plaza de Mayo.
Neuquén, Jujuy, Quilmes y Tierra del Fuego, la historia se repite: para los que luchan contra el saqueo de los recursos nacionales y defienden las necesidades del pueblo, la respuesta es la represión.