“Seguir en la calle es nuestra lucha”

Este 12 de noviembre, como todos los años, se realizó una marcha que recorrió las calles de Cipolletti reavivando el grito de justicia. Culminó con las palabras de Ofelia Villar, mamá de una de las víctimas, que luego conversó con Vamos!

El 9 de noviembre de 1997, María Emilia González, de 24 años, su hermana Paula Micaela, de 17, y su amiga Verónica Villar, de 22, salieron a caminar y nunca volvieron. Dos días después las encontraron asesinadas. Los familiares y vecinos fueron quienes empezaron la búsqueda, dado que la policía y la Justicia junto al poder político desde el primer momento montaron una red de encubrimientos que perdura hasta hoy. La causa se cerró con un único condenado: Claudio Rodolfo Kielmasz. Sin embargo, se sabe que, como mínimo, tienen que haber participado tres personas más.

–¿Cómo está el caso?

–La causa esta parada; la causa residual que quedó no se movilizó para nada. Se nombraron tres fiscales para reverla y no aportaron nada. Así que el caso sigue impune concretamente. A este caso se suman todos los otros feminicidios de mujeres que hay en la ciudad. Así que estamos en la calle porque realmente no tenemos nada, absolutamente nada de lo nuestro ni de ningún otro caso.

–¿Cómo han actuado los diferentes gobiernos?

–Yo siempre digo que el Estado es cómplice porque a partir de los más de 15 crímenes hay un Estado que está garantizando la impunidad. Así que el poder político se encargó de encubrir.

–Después de 19 años seguís luchando contra de la impunidad y por justicia para tu hija, ¿qué es lo que te sostiene?

–Nosotros hicimos una denuncia a la Comisión Interamericana y le dieron admisibilidad a este caso. Entonces la CI le dice al gobierno de la provincia de Río Negro que trate de hacer un arreglo amistoso, que es el resarcimiento económico, y con eso uno ya no puede salir a la calle: es quedarse en la casa silenciado. La vida no tiene precio y seguir en la calle es nuestra lucha. No podemos quedarnos en nuestras casas mirando a ver lo que pasa. Hay que salir como se pueda y gracias a mis compañeras, a los jóvenes que me acompañan, a la gente de Cipolletti podemos todos los años tener memoria. La memoria pasa por el corazón y uno a un ser querido siempre lo tiene presente.

Corresponsal