Bariloche: CNEA y Provincia se involucran en la fabricación de máscaras protectoras

Hace dos semanas conversamos con Sol Pedre, investigadora del Centro Atómico Bariloche de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y delegada de ATE, que nos contó de la organización en plena cuarentena para la fabricación en impresoras 3D de protectores faciales para ayudar en la protección de lxs trabajadorxs de la salud y servicios esenciales a disminuir los contagios por coronavirus. Ahora volvemos a conversar con Sol, que nos pone al tanto del avance del proyecto y el salto que se ha dado ahora con la CNEA y el gobierno provincial involucrado.

–¿Cómo siguió la iniciativa?

–Los protectores faciales vienen funcionando muy bien con lo que la demanda creció mucho, sobre todo a partir de la confirmación de casos positivos en Bariloche, donde la enfermedad viene creciendo muchísimo. Al día de hoy ya tenemos entregados unos dos mil protectores faciales. Entregamos al Hospital Zonal de Bariloche, clínicas privadas, fuerzas de seguridad; también se expandieron los pedidos a toda la provincia y tenemos entregas en hospitales y centros de salud de Villa la Angostura, Comallo, Pilcaniyeu, Ing. Jacobacci, Dina Huapi, Choele Choel, Maquinchao, Los Menucos, El Bolsón, Ramos Mejía, El Ñorquinco, Allen, Regina, Catriel y Sierra Colorada.

–¿Están abasteciendo a toda la provincia?

–No a toda, pero a una parte importante. Y es que esto puso más de relieve lo destruido que está el sistema de salud y el entramado de organismos públicos para afrontarlo. Justamente, una particularidad de los casos positivos en Bariloche es que son principalmente de personal de la PSA, del hospital y de centros de salud, porque no contaban con los elementos necesarios de protección ni protocolos funcionando. Y ni que hablar de la situación de los barrios, las condiciones de vida y hacinamiento, los comedores populares, los merenderos. Hoy está recayendo sobre lxs trabajadorxs de salud la principal carga, pero en la medida que podamos ir saliendo de esta situación y la cuarentena, también vamos a tener que ponernos todxs atentxs a toda la situación económica, a la reactivación productiva, a la cuestión salarial que se va a poner todavía más a flor de piel de lo que estaba antes de esta pandemia.

–¿Y cómo están pudiendo organizar todo esto?

–Primero logramos crecer un poco más como grupo, en el grupo 3D Solidario BRC ya somos 60 personas, más o menos, con unas 25 impresoras funcionando. Y a eso fuimos sumando el apoyo de taxistas, remiseros y mucha gente que nos ayuda con la logística. Y lo que pasó también es que nos fuimos quedando sin insumos para poder seguir produciendo y empezamos a pedir donaciones, además de a particulares, también a organismos públicos de la zona, y a hablar con la provincia de Río Negro y con la CNEA, para ver cómo podíamos hacer para incrementar la producción.

–¿Y la CNEA cómo se involucró?

–Al principio, éramos varios laburantes de la CNEA que nos sumamos de manera individual, con nuestras impresoras particulares y nuestros materiales al grupo de impresión solidario. La CNEA no estaba aún involucrada institucionalmente. La verdad es que fue un trabajo desde abajo, solicitando a las distintas autoridades de CNEA que pongan a disposición los insumos en stock con los que cuentan los grupos de trabajo (PLA, ABS, PET) para las impresoras y que nos permitieran temporalmente llevarnos las impresoras 3D de CNEA a nuestras casas para poder poner más impresoras en funcionamiento, sin necesidad de viajar al Centro Atómico Bariloche y exponernos nosotrxs innecesariamente. Además, también pasamos el modelo de visera que estábamos imprimiendo acá a través de contactos “horizontales” de laburantes de CNEA a los centros atómicos de Buenos Aires para unificar el diseño que se imprimía en toda la CNEA. La idea era poner al servicio de las necesidades populares en esta pandemia todos los recursos que la CNEA tiene para ofrecer. Además, la necesidad es de tal envergadura que si el Estado y los organismos públicos no se involucran más directamente se hace imposible.

–¿Y la Provincia de Río Negro?

–Bueno, ahí es donde logramos pegar un salto junto con la CNEA. Hace unos 10 días se contactaron desde el gobierno provincial con mucha preocupación para intentar potenciar estas iniciativas porque la demanda de elementos de protección a nivel provincial estaba (y está) muy poco cubierta. Ahí les propusimos armar un “Centro de Armado Provincial de protectores faciales”, donde la provincia compra el material y pone personal a disposición del armado, y desde los distintos grupos de impresores se proveen las viseras. Esto ayudó a que avanzara el pedido de colaboración institucional de CNEA y entonces nos permitieron efectivamente retirar las impresoras y el stock del Centro Atómico Bariloche y ponerlas a andar para proveer a la provincia.

Pudimos más o menos coordinar esas tres cosas, no sin dificultades, y una parte del grupo 3D Solidario nos pusimos a disposición para asistir y capacitar a la provincia para la puesta en marcha del Centro de Armado Provincial. Juntamos todas las impresoras 3D del Estado, unas 7 que logramos sacar de CNEA del Centro Atómico Bariloche, más algunas escuelas técnicas de la provincia y varias del grupo 3D Solidario, y las pusimos también a fabricar viseras. Luego en el Centro Provincial se arman, se sanitizan y se despachan los protectores faciales. Fue un esfuerzo muy grande poder coordinar y poner a trabajar todo esto en conjunto. Ahora en el centro provincial se están despachando los pedidos a localidades lejanas a Bariloche y las cajas salen con el sello de la CNEA, del grupo 3D Solidario y de la Provincia de Río Negro.

–¿Querés agregar algo más?

–Lo primero creo que es poder hacer un buen balance de todo esto con muchxs compañerxs. Ver salir las cajas del centro provincial con los logos de CNEA, el grupo 3D Solidario y de la Provincia, es algo que ni por asomo salía fácilmente y muchxs de nosotrxs lo peleamos para que así fuera, como debería ser más naturalmente. Y la verdad que, en esta situación difícil que el pueblo está viviendo, emociona un poco. Y es por eso que muchxs compañerxs elegimos cotidianamente seguir trabajando en CNEA a pesar de que las condiciones salariales no son las mejores y la oferta para irnos afuera con salarios mejores es muy fuerte. Y nos quedamos porque queremos aportar con nuestro laburo al desarrollo tecnológico nacional de nuestro país.