El jueves 25/2 fue cerrada la causa conocida como “Fuentealba II” en la que se investigaban las responsabilidades conexas en la represión donde fue asesinado en Neuquén el docente Carlos Fuentealba. Así, la jueza Carina Álvarez dictó el sobreseimiento de los 15 imputados, entre ellos los jefes policiales que hicieron efectiva la represión. Los beneficiados por la “extinción de la causa” fueron Raúl Pascuarelli, Carlos David Salazar, Moisés Soto, Adolfo Soto, Mario Rinzafri, Jorge Bernabé Garrido, Julio Cesar Lincoleo, Aquiles González, Ruben Hernández, Pablo Oddone, Félix Torres, Cristian Vázquez Salinas, Luis Alberto Rodríguez y Oscar Antonio Lezama. A su vez, el ex gobernador y máximo responsable del crimen de Fuentealba, Jorge Sobisch, ni siquiera llegó a ser incorporado como imputado.
El único condenado por el homicidio en esa represión es el policía Darío Poblete, que cumple su pena en la cárcel de Senillosa, y que recientemente fue fotografeado paseando por las calles de Zapala mientras supuestamente permanecía en el penal de esa localidad.
Como se ve, la “justicia” de nuestro país ha tomado nota del discurso oficial macrista, que demoniza y criminaliza la protesta social, y se ha lanzado a garantizar la impunidad de los represores.