Los trabajadores del subte enrolados en la AGTSyP realizaron una levantada de molinetes en la estación Constitución el pasado 4/5. La protesta fue por el reciente intento de Metrovías y SBASE de hacer circular formaciones sin guarda, y en rechazo a un acta firmada por la UTA, que ya no tiene la representación gremial de los trabajadores del subte.
Esta medida se suma a las previas por el tema de las máquinas de recarga de sube, la flexibilización laboral en el sector estaciones y el incumplimiento por la empresa y SBASE de un acta de 2013 que incluía preservar y aumentar la dotación de trabajadores y varias mejoras en las boleterías.
Además sigue abierta la negociación paritaria en la que los Metrodelegados reclaman un 38% por 6 meses, valor que compensaría la caída del salario frente a la inflación de los últimos meses, y 2% por año de antigüedad.
En junio el boleto se va a $7,5, acumulando un aumento del 700% desde el traspaso a la Ciudad, pero los usuarios siguen viajando hacinados y son recurrentes las caídas del servicio por fallas técnicas. El 5/5 se suspendió el servicio en la línea B por un principio de incendio en una formación y los pasajeros debieron ser evacuados. Mientras tanto, Metrovías sigue recaudando con pasajes y subsidios del Estado sin invertir lo necesario en mantenimiento.
En medio de todo esto, no es casual que Néstor Piriz –delegado de la AGTSyP de la línea C y referente de varias luchas en el subte– fuera sancionado por Metrovías con una suspensión de 25 días y su desafuero, apoyándose –como paso en reiteradas ocasiones– en una falsa denuncia. Este es un hecho grave que debe ser tomado con todo por la Directiva de AGTSyP y la totalidad de los compañeros. Hay que retomar el lema “si tocan a uno, tocan a todos”.
Todo esto se da en el marco general de la pulseada de los trabajadores y los sectores populares por torcerle el brazo a la política del gobierno de Macri y los gobernadores ajustadores. Por eso, en el subte hace falta unir todos los reclamos por condiciones laborales, la paritaria y el cese de las sanciones y organizar con todo la lucha en el subte, en camino a un paro general, para que la crisis la paguen los monopolios, los terratenientes y los bancos.
Corresponsal
