A través de la Secretaría de Extensión del Centro de Estudiantes de Humanidades de la Universidad Nacional del Sur (UNS) y desde la agrupación Puño y Letra, las mujeres empezamos a organizarnos y realizar actividades que nos permitan debatir y desnaturalizar el rol social que nos impone este sistema.
En este camino a comienzos de mayo, en el hall de Humanidades, llevamos adelante la presentación del libro “Tomar la palabra, poemas de sal” de Mónica Oliver, junto con una obra de teatro de la compañía “La candelaria” que trabaja poemas del libro. También contamos con la presencia de Helen Turpaud Barnes (docente y militante feminista) y Daniel Martínez (escritor bahiense) que compartieron su lectura de los poemas.
En el libro presentado, entre fotos y poemas, la autora aborda diversas temáticas: la memoria, las desigualdades, la querencia, las ausencias, las mujeres. Sobre esto último Mónica dice: “Tomar la palabra es para las mujeres algo difícil. Hemos sido educadas en el silencio, la opacidad, la discreción. Este libro intenta, rasgar esa trama patriarcal, justamente con y desde las palabras.”
La actividad cerró con el debate sobre la situación de las mujeres, la necesidad de visibilizarla y la propuesta de continuar abordando y debatiendo estos temas en el taller “Mujeres, género y espacio público”.
Este taller se realizó el 13 de mayo, a cargo de Helen Turpaud Barnes. Allí se partió del análisis en pequeños grupos de situaciones concretas de violencia en diferentes espacios sociales: la cárcel, la calle. Con estos disparadores debatimos la violencia hacia las mujeres, la situación de acoso callejero y la natualización de ciertas actitudes sociales. Lejos de cerrar los debates, el taller nos permitió problematizar situaciones y prácticas que nos involucran cotidianamente a las mujeres.
3 de junio en Bahía Blanca.
En medio de estas actividades, el femicidio de Chiara Páez en Santa Fe generó un gran repudio social y se transformó en el disparador de la jornada nacional #Ni una menos para el 3 de junio. En Bahía Blanca ese día concentramos a las 17hs en la Plaza Rivadavia.
Junto a muchas organizaciones políticas y sociales, nos organizamos para sumar nuestra voz a esta campaña contra los femicidios y demostrar que lo que nos pasa como mujeres no es algo individual y privado, sino social, político e ideológico, que se expresa en la doble opresión que sufrimos como mujeres y como parte del pueblo, en una Argentina saqueada y dependiente de los imperialismos.
Las mujeres somos una parte muy importante y activa en cada lucha que se desata en nuestro pueblo. Somos las primeras en salir a la calle por trabajo, educación, salud, justicia. Es necesario abordar las problemáticas específicas de la mujer, porque para liberarnos tenemos que pelear por transformar la realidad. Porque los mismos que se benefician con la opresión del pueblo son los que pretenden que nos quedemos calladas, sin cuestionar los roles sociales que nos asigna esta sociedad.