Una inmensa marea de mujeres inundó Trelew con motivo del 33° Encuentro Nacional de Mujeres. No podía ser de otra manera, en el año que casi conquistamos el aborto legal y cuando miles de nosotras estamos organizándonos y saliendo a las calles contra el ajuste de Macri y el FMI.
Las dificultades no fueron pocas. Pero ni las económicas por la distancia, ni el boicot de las autoridades y los medios de comunicación municipales y provinciales, ni el hostigamiento y la represión de las fuerzas de seguridad, pudieron evitar que el Encuentro sea un hecho político importantísimo en la coyuntura que atraviesa el país.
Los 73 talleres se colmaron de mujeres que compartieron sus experiencias y sus luchas, todas atravesadas por la política de este gobierno. Recortes en salud y educación, despidos y precarización, persecución a luchadoras, desmantelamiento de las áreas estatales que abordan la violencia de género, cierre de jardines en lugares de trabajo, proliferación de comedores populares organizados por mujeres. El eje transversal de la inmensa mayoría de los talleres fue la política de Cambiemos, que golpea fuertemente al pueblo y particularmente a las mujeres. Por eso fue un Encuentro claramente opositor. Esto quedó en evidencia también en los canticos de la marcha de 20 cuadras de longitud que recorrió 40 cuadras, marcando un hito en la historia de Trelew.
La marcha encabezada por la Comisión Organizadora, seguida por la columna de las mujeres indígenas y luego por la inmensa columna de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, generó distintas reacciones en los barrios recorridos, desde algunas piedras por parte de vecinos descontentos –por la campaña infame de los medios que decían que íbamos a reventar la ciudad–, hasta saludos muy emotivos de hombres, mujeres, ancianas y niñas que desde sus ventanas o techos agitaban un pañuelo verde, saludaban o aplaudían, recogiendo el afecto de las que participábamos de la marcha. La provocación y represión ya finalizada la marcha fue un intento desesperado de empañar un evento en el que alrededor de 50.000 mujeres habíamos sido protagonistas.
En el Plenario de Cierre se compartieron las conclusiones de cada taller, en los que se tocó también la propuesta de denominar “Plurinacional” al Encuentro (ver aparte). Cerró el Encuentro resolviéndose en esa instancia la próxima sede: será La Plata. Ya en pleno escenario electoral, jugará un rol importante en la pulseada política hacia la elección presidencial. Y fundamentalmente, en seguir fortaleciendo la lucha de por la liberación de las mujeres y del pueblo.
