500 cortes contra el ajuste y el hambre

Corte en Av. 9 de Julio, frente al Ministerio de Pettovello (23/2/24).

Ante el brutal recorte que implicó que el gobierno de Milei deje de enviar alimentos a los 44 mil comedores populares que hay en todo el país, las organizaciones sociales –que nacimos y crecimos en los 90’s enfrentando el hambre menemista y luego delarruísta– nos venimos unificando en un plan de lucha, que ya tuvo una gran jornada nacional con movilización y cortes de calle el pasado 23 de febrero. La jornada incluyó desde la UTEP hasta la Unidad Piquetera, abarcó todo el país y desbordó el “protocolo” de Milei y Bullrich con 500 cortes de rutas y accesos en todo el país. Ni siquiera pudieron evitar el corte en la Av. 9 de Julio de CABA en las oficinas de la ausente ministra Pettovello.

La respuesta de Milei, en su discurso ante el Congreso, fue pretender justificar este bestial ajuste bajo la consigna de “eliminar los intermediarios de la pobreza”. “Absorbimos funciones que realizaban en forma no auditada, sin registro y sin control, las organizaciones sociales, como es la entrega de alimentos. Ahora sabemos exactamente qué pasa con cada bolso de comida que se reparte”, describió.

En verdad, sí existen controles a los comedores. Pero el gobierno prefirió ahorrárselos –junto con “ahorrarse” el envío de alimentos– para lograr déficit cero. El único motivo por el cual afirma que ahora sí sabe quién recibe los pocos alimentos que está entregando, es porque hizo un convenio con asociaciones que hicieron campaña por LLA como la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de Argentina. Dicho de otro modo: no dejó de haber “intermediarios de la pobreza”, sino que ahora son afines al gobierno.

Por otra parte, ya había devuelto los fondos para alimentos a Cáritas poco antes de ir a visitar al Papa Francisco en Roma. Costos de la visita del “maligno en la tierra” (textual de Milei antes de ser presidente). Sin embargo, con una inflación de aproximadamente un 75% en el trimestre diciembre-febrero, crece en hambre en las barriadas, entre los jubilados e incluso en los sectores medios. Vemos reproducirse las colas del hambre en cada lugar donde hay un comedor con asistencia. A esto se suma que el aumento miserable del Salario Mínimo del 30% en tres meses, que encima ni siquiera impactará en los Programas Potenciar Trabajo por la desvinculación que anunció el gobierno. La caída de ingresos se profundiza llevando a la pobreza y a la indigencia.

Al cierre de esta edición, se hacía una nueva jornada con con cortes en todo el país.