El martes 29/9 se reunió la Mesa Paritaria para el Estado Nacional donde, con la firma de UPCN, se aprobó un aumento del 7% a partir de Octubre, manteniendo los $4.000 brutos de suma fija como adelanto desde principio de año para salarios inferiores a $60.000. En el mes de diciembre, quedó establecido una nueva reunión de la mesa paritaria para evaluar cómo seguir. ATE rechazó la propuesta por insuficiente. El gobierno había ofrecido originalmente para el 2020 dos cuotas de 4% en octubre y 3% en diciembre, y el cambio en esta última propuesta fue que el 7% se pagará en una única cuota desde octubre. A esto se suma, a propuesta de ATE, que el “plus por presentismo” pase a cobrarse mensualmente (en vez de cuatrimestralmente) y que se incorporen al mismo nuevas licencias admitidas.
El 7% de aumento salarial no alcanza. Venimos de un 2019 donde la paritaria de ese año cerró recién con las últimas dos mini-cuotas de 5% en enero y 5% en febrero de 2020, habiendo pasado por alto la cláusula de revisión de Noviembre de 2019 y quedando muy por debajo del índice de inflación de ese año. El acumulado de pérdida salarial para ese entonces ya rondaba el 30%.
El 2020 comenzó no sólo con la tierra arrasada que dejó el gobierno de Macri y Cambiemos sino también con la agudización de la crisis a causa de la pandemia del Covid-19. En este contexto, los $4.000 de adelanto a cuenta de esta paritaria que el gobierno otorgó en marzo, si bien no revertía la pérdida salarial acumulada, significó en su momento un avance que ayudó en parte a levantar los salarios más bajos llegando a aumentos en el orden del 15% promedio. Sin embargo, muchxs compañerxs como lxs monotributistas no lo percibieron.
En este sentido, la propuesta de la Seccional de ATE CABA (que nuclea la mayor parte de trabajadorxs de organismos nacionales del Estado) que constaba de 25% de aumento más una suma fija de $10.000, y que apuntaba a elevar temporalmente en esta situación de emergencia el salario de quienes están por debajo de la línea de pobreza, representaba una buena herramienta para encarar el debate de cara a comenzar a revertir la pérdida salarial. Lejos de eso, el gobierno terminó ofreciendo un bajísimo 7% que fue aceptado por UPCN y que ATE terminó rechazando por insuficiente. En estos momentos, desde las distintas instancias y sectores de ATE se está evaluando cómo seguir adelante con el reclamo porque el 7% no alcanza.
No somos indiferentes al momento difícil que está atravesando la Argentina, en un mundo signado por una crisis económica, potenciada por la pandemia del Covid 19. Los datos oficiales publicados recientemente, muestran también el gran impacto en la economía local de las consecuencias de esta pandemia, que vino a profundizar la crisis en la que había sumido a la Argentina el gobierno de Macri y Cambiemos.
Es en este contexto que acompañamos las políticas del gobierno de Todxs, que en este marco de caída del PBI y de la recaudación, mantiene las medidas para paliar la grave situación en la que se encuentra gran parte de nuestro pueblo (IFE, ATP, prohibiciones de despidos, que se suman a las medidas sanitarias y de cuidados y prevenciones, con mayores inversiones en infraestructura hospitalaria, entre otras).
Lxs trabajadrxs estatales no somos indiferentes porque somos quienes garantizamos en gran medida estas políticas. Somos protagonistas de cada una de las medidas que el gobierno toma para enfrentar esta difícil situación. Si hay algo que la pandemia nos deja como saldo es la necesidad de tener desde el Estado políticas activas y fuertes, con gran presencia ante las necesidades populares, y somos nosotrxs, lxs trabajadorxs estatales quienes lo hacemos posible.
Es así, que el 7% de aumento hasta diciembre sigue resultando insuficiente ya que mantiene a una gran parte de lxs salarios estatales por debajo de la línea de pobreza (el 50% en algunas dependencias), obligando en muchos casos a depender de horas extras y otras changas para superar esa situación. En este sentido sigue siendo válida la propuesta de ATE CABA de reforzar la suma fija que comience por atacar esta situación y eleve a los salarios de lxs estatales por encima de la pobreza.
En este contexto de grandes dificultades económicas es urgente, justo y necesario la aprobación en el Congreso del Impuesto a las Grandes Fortunas, que ya cuenta con dictamen de comisión. Lxs estatales venimos haciendo mucho esfuerzo junto al campo popular y es hora que el aporte también lo hagan otros. Es necesario volver a avanzar sobre proyectos y medidas que oxigenen la economía y que no impliquen mayores esfuerzos para el pueblo trabajador. Las políticas de Estado no pueden descansar sobre la depresión de los salarios de quienes las llevamos adelante.
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