Para invadir Ucrania, el presidente ruso Putin necesitó cuestionar el principio de autodeterminación de los pueblos, enarbolado por Vladimir Lenin en 1917 cuando reconoció precisamente el derecho de Ucrania a tener su propio gobierno. Tal es así que la crítica de Putin a Lenin fue explícita, exclamando que “Ucrania fue un invento de los Bolcheviques” en desmedro del “Imperio Ruso” (21/2/22). Es que en aquel 1917 de revolución, cuando los bolcheviques apenas acababan de tomar el Palacio de Invierno, el naciente poder soviético reconoció la autodeterminación de Ucrania, Finlandia y otros territorios, mal que le pese al nostálgico de la Gran Rusia zarista.
La posición de Lenin se entiende lógicamente en que no se puede forzar a un pueblo a sumarse a una revolución. La autodeterminación en aquel contexto fue una novedad, dado que las potencias se repartían desvergonzadamente los territorios con la Primera Guerra Mundial. Y no tardaron en lanzarse hacia Rusia, creyendo inviable al poder obrero. Pero las 14 naciones que invadieron Rusia y se unieron al Ejército Blanco antibolchevique fueron derrotadas por la voluntad inquebrantable de los pueblos que defendieron al gobierno soviético. (Algunas de aquellas naciones fueron EEUU, Inglaterra, Francia, Italia, Japón, Australia y Canadá.)
Otro argumento que dio Putin para invadir es que no podía “repetir el error” de la Segunda Guerra Mundial, en la que se firmó un acuerdo con Alemania que igualmente terminó invadiendo. (En su discurso Putin nunca mencionó a “Alemania” sino a los nazis, como los que señala también en Ucrania.) Más allá del debate histórico sobre Stalin y la guerra, nadie discute que Alemania fue la potencia agresora. No pasa lo mismo con la invasión de Putin a Ucrania: por más que insistamos con la OTAN y las provocaciones de EEUU, y aún reconociendo los persistentes ataques en la zona de Dombás, las tropas rusas no tienen nada que hacer en Kiev.
Porque partieron de los intereses populares, Lenin pudo encabezar la primera revolución proletaria triunfante de la humanidad y derrotó a la invasión de las 14 naciones; y Stalin condujo las fuerzas que sepultaron al nazismo. Pero Putin, en cambio, parte de reivindicar al Imperio Ruso zarista.
