“Además de espiarte, te lo muestran”

Entrevista a Carmen Verdú de CORREPI.

Un día antes de la presentación del informe represivo por parte de CORREPI y otras organizaciones en la zona norte del Gran Buenos Aires, entrevistamos a su titular Carmen Verdú. La Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional presenta anualmente en Plaza de Mayo y desde hace 20 años un informe sistematizado de las denuncias que le llegan y de la situación represiva en todo el país, que este año se realizará el 2 de diciembre. Pero además realizan previamente eventos regionales con las organizaciones de cada lugar.

En el acto realizado en la Plaza El Talar, “intentamos que sea también un reflejo del objetico que nos planteamos hace mucho tiempo de profundizar en cada territorio la coordinación y la unidad de acción con el resto de las organizaciones en lucha de ese lugar”, explicó Verdú. “Es un acto construido de conjunto con todas las distintas organizaciones de muy diverso tipo: políticas, sociales, estudiantiles, sindicales, etc. con las que hemos tenido co-militancia a lo largo del año.”

–Recientemente ha salido a luz el espionaje a periodistas y organizaciones, ¿por qué se producen estos casos?

–En principio en cualquier momento histórico que analicemos de qué manera se manejan los gobiernos que administran un estado capitalista en relación a los trabajadores siempre vamos a encontrar mecanismos de espionaje. Pensemos que todas las fuerzas tienen sus estructuras de inteligencia. Forma parte de los mecanismos habituales de cualquier gobierno que administre una sociedad dividida en clases. Por supuesto que hay matices que van a depender de las características de cada gestión, de su estilo, de la forma en que entienden su imagen hacia afuera incluso en términos electorales. Y este momento estamos atravesando una etapa en la que claramente, además de espiarte, te lo muestran, porque de esa manera pueden consolidar su imagen de ‘gobierno que lucha contra la inseguridad y hace a fondo el combate al delito’, que es la forma en que pretenden presentarse, así como la gestión anterior se pintaba la cara con lo del ‘gobierno de los derechos humanos’. Actualmente lo que es muy evidente es que, además de estar absolutamente a full trabajando todas las distintas agencias de seguridad, hay una deliberada decisión de que eso sea visible.

–¿Por ejemplo?

–Han ocurrido episodios muy concretos y puntuales con sedes de sindicatos recuperados. El caso de Ademys, por ejemplo, cuando durante más de tres meses hubo varios episodios de policías de la comisaría de la zona que se presentaban los días de asamblea, que tenían el orden del día del temario de la asamblea impreso, que preguntaban quiénes estaban presentes o qué responsabilidades tenían o si ya habían discutido tal o cual tema.

–¿Hacer conocer que el espionaje existe puede ser una forma de control social?

–Claro, porque lo que ellos piensan que puede suceder es que si vos te enterás que te están espiando entonces te cuidás y tratás de no sacar los pies del plato. Es una forma de disciplinamiento. Por eso siempre insistimos que, por un lado, no hay que naturalizarlo y tenemos todos que estar mucho más atentos que de costumbre en cuanto a los criterios con los que nos manejamos interna y externamente, y por el otro lado, tampoco tenemos que permitir que eso nos aterre de tal manera que no nos planteamos detrás de una bandera en una movilización por miedo a que nos saquen la foto.

–¿Cómo compararías la política represiva actual en relación al gobierno anterior?

–Es lo mismo muchísimo más exacerbado. En cualquier tema que me preguntes: torturas, detenciones arbitrarias, muertes en cárceles, gatillo fácil, persecución a trabajadores organizados, espionaje, militarización de los barrios. Tomemos el tema de detenciones arbitrarias. Hasta el año pasado nosotros recibíamos dos a tres consultas semanales de gente que nos decía ‘nos pasó tal cosa, ¿qué hago?’. Hoy Estamos recibiendo dos o tres por día.

–¿Sigue habiendo Proyecto X?

–A lo mejor se sigue llamando Proyecto X o a lo mejor tiene otro nombre. Lo cierto es que Gendarmería sigue teniendo su aparato de inteligencia. Su estructura en Campo de Mayo y en el resto del país sigue funcionando exactamente igual.