Clarín y TN titularon inmediatamente: “Persecución y tiroteo en Barracas: un ladrón fue baleado en la cabeza”. Pero la verdad es que agentes de civil de la Policía de la Ciudad dispararon contra cuatro jóvenes y mataron a Lucas González de un disparo en la cabeza. Como suele pasar, fue necesaria la movilización popular, del barrio y la familia, para derrotar la mentira.
El hecho tiene puntos inexplicables (o que el gobierno porteño prefiere no explicar). ¿Qué hacían tres policías de civil, armados y encañonado el auto que manejaba Lucas? No hubo tiroteo. Hubo nueve disparos policiales sin respuesta alguna. No hubo ladrones. Hubo asesinato a quemarropa
Estos policías actuaron con el aval de los medios que, en nombre de una solución a la inseguridad, promueven de hecho el gatillo fácil. En cinco años, la Policía de la Ciudad acumula ya 121 casos. Ahora Lucas y su familia se quedaron sin el sueño futbolero. El martes 23 estuvimos en la Marcha de la Gorra sumando fuerzas al pedido de justicia.
