No a la persecución de los dirigentes sindicales en Tandanor

De tener una planta de 610 trabajadores construyendo barcazas y remolcadores, hoy con Cambiemos la actividad del astillero se redujo a 480 trabajadores que arreglan algunos pesqueros.

Mauricio Melian, secretario adjunto del Sindicato de Trabajadores de Talleres y Astilleros Navales (SITTAN), resumió en diálogo con Vamos! la situación que viven los trabajadores del astillero Tandanor, que vienen sufriendo el vaciamiento de la empresa y la persecución judicial sobre los dirigentes del gremio que los representa.

–¿Qué es Tandanor?

–Tandanor es un astillero que tiene sus instalaciones en la Costanera Sur de la Ciudad de Buenos Aires y se dedica a la reparación y construcción de buques, tanto nacionales como extranjeros. Empresa que, a partir del año 2005 mediante el Decreto 315 promulgado por Néstor Kirchner, pasó a ser una empresa con un 90% de propiedad estatal, quedando a cargo del Ministerio de Defensa, y un 10% de los trabajadores.

–¿Qué implicó el Decreto 315 para los trabajadores?

–El astillero Tandanor es la expresión de los diferentes períodos que atravesó el país en las últimas tres décadas. Fue una de las tantas empresas estatales privatizadas durante el menemismo con una administración privada que terminó con la quiebra de la empresa. Por lo que el decreto no solo significó la estatización del astillero, sino también recuperar importantes niveles de actividad, con una capacidad de construcción y reparación de buques, remolcadores y lanchas.

–¿Cuándo llegan a la conducción del Sindicato de Trabajadores de Talleres y Astilleros Navales (SITTAN)?

–Yo ingreso a Tandanor en el año 2004, a través de un curso de capacitación del Ministerio de Trabajo; y en el 2008 junto a otros compañeros conformamos la Lista Celeste y Blanca y nos postulamos para disputar la conducción del sindicato, que en ese momento era conducido por la Lista Marrón. Nosotros, teniendo alrededor de 22 y 23 años, ganamos las elecciones y pasamos a conducir el sindicato, recuperando muchas de las conquistas perdidas por los trabajadores: paritarias libres, un CCT que ampliaba derechos para los trabajadores, incrementos en el valor de las horas extras, licencias especiales, plus vacacional… O sea, logramos un CCT beneficioso y gratificante para los trabajadores.

–Hasta fines del 2015, ¿cuántos trabajadores tenía el Astillero Tandanor?

–Hasta diciembre del 2015 el astillero contaba con 610 trabajadores, todos productivos. Antes se iba un trabajador del astillero y la vacante se cubría, porque cada trabajador tiene sus funciones dentro de la planta según el CCT. Actualmente eso no se hace.

–¿Qué implicó para el astillero la asunción de Cambiemos?

–Lamentablemente, con la asunción de Mauricio Macri como presidente de la Nación, asumió un nuevo directorio que de industria naval no sabe nada. Un desconocimiento terrible sobre lo que es un buque, pero con una clara política de vaciamiento e intento de reducir los niveles de actividad de Tandanor. Algo que se replicó también en Astilleros Río Santiago bajo la órbita del gobierno de María Eugenia Vidal.

–¿Y para los trabajadores?

–Para los trabajadores implicó un cambio rotundo, desde intentar permanentemente no cumplir con el CCT y las licencias obtenidas con la lucha, a suprimir las instancias paritarias y de negociación colectiva. Implicó pérdida de trabajo de más 120 familias y la incertidumbre latente de muchos compañeros de si van a llegar a fin de año trabajando. Implicó perseguirnos judicialmente a los miembros del sindicato con procesamientos, imponernos medidas cautelares para que los dirigentes no podamos ingresar a la empresa, buscando disciplinar de esta manera al resto de los trabajadores ante previsibles reacciones.

Mauricio Melian, secretario adjunto del SITTAN.

–¿Cómo se fueron expresando las políticas de ajuste por parte del nuevo directorio?

–Por ejemplo, de ser 610 trabajadores construyendo barcazas, remolcadores, ahora somos 480 arreglando dos o tres pesqueros. Fueron eliminando mano de obra productiva. No se desprendieron de una secretaria, sino de torneros, soldadores, caldereros, con conocimientos que requieren una larga formación. De comprar toneladas de chapa para la construcción y reparación de buques, a un astillero desierto, hace tres años que no venimos construyendo nada. En definitiva, las políticas implementadas desde diciembre de 2015 son similares. Lamentablemente, a tantas que hoy se viven en el país, de destrucción del entramado productivo y de un claro y desinterés por la soberanía y la independencia económica.

–¿Cuál fue la reacción del SITTAN ante estas políticas de vaciamiento que incluyeron despidos?

–Desde el sindicato teníamos dos caminos: hacer la plancha o representar a los trabajadores como debe hacer un sindicato. Optamos por esta última opción y ahora estamos con denuncias laborales y penales. Ante la crítica situación y desmanejos desde el SITTAN realizamos una presentación a Presidencia de la Nación detallando los cinco puntos por los cuales reclamábamos explicaciones: la venta de un dique flotante sin el consentimiento de los trabajadores, que poseen el 10% de la empresa. Lo vendieron diciendo que estaba en desuso, lo compró otra empresa y hoy está funcionando. Contrato con la empresa de Autopistas Urbanas por la utilización de terrenos Tandanor como obrador para la construcción del Paseo del Bajo. Pedimos a la empresa que nos muestren el contrato y no lo hicieron. Parte importante de esa construcción fue adjudicada a IECSA, empresa que pertenecía a Ángelo Calcaterra, primo de sangre de Mauricio Macri. Por la reparación de sillas de ruedas a partir de un contrato tripartito suscripto entre el PAMI, la empresa y el Ministerio de Defensa, que nunca las reparamos y que cuando hicimos la denuncia trasladaron las sillas a otro galpón. Por el proyecto OPV, para la construcción de lanchas patrulleras oceánicas multipropósito, que tanto Tandanor como Astilleros Río Santiago están en condiciones de construir. Finalmente, el Gobierno decidió comprarlas en Francia, donde adquirió cuatro lanchas por el valor declarado de 324 millones de dólares y por la evidente mala gestión del Directorio de la Empresa.

–¿Y tuvieron alguna respuesta de Presidencia?

–No hubo respuesta a ninguno de los puntos. Y posterior a ello, el gobierno avanzó en despidos y la persecución judicial descripta.

–¿Cómo se origina el conflicto?

–Veníamos de ganarle las elecciones, por más del 75% de los votos a la Lista Azul, lista opositora armada por el directorio de la empresa con el objetivo de sacarnos del gremio. Obviamente fracasaron. Disgustada por la derrota, a los 30 días despidió a 23 compañeros, todos integrantes de la Juventud Naval. Inmediatamente convocamos a una asamblea de todo el astillero y por el voto de los trabajadores se declaró la huelga y fuimos duramente reprimidos por Prefectura. Ese mismo día, junto al apoyo de los trabajadores, se resolvió acampar bajo el nombre de la “Carpa de la Unidad Naval” en la puerta del astillero, paralizando la producción por 60 días y recibiendo la solidaridad de los sindicatos enrolados en la FEMPINRA (Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina) como así también de la CTA, CTEP, la CFT y otros de la Multisectorial 21F. Así como también un vocero en representación de ATE Ensenada, donde se encuentra el Astillero Rio Santiago en lucha, todos reclamando la reincorporación de los trabajadores. Como respuesta la empresa decide judicializar la protesta e iniciaron denuncias penales por coacción y amenazas. También pidieron la exclusión de tutela sindical a seis miembros de la Comisión Directiva que el día del conflicto ingresamos a la oficina a pedir explicaciones de por qué no se cumplieron los pasos previos a los despidos. Despidos que fueron inoportunos, injustificados y arbitrarios.

–¿Cuál es el estado actual de las causas?

–En el ámbito penal, en primera instancia hemos sido procesados de tres a diez años por el juez Luis Rodríguez, resolución que fue apelada logrando en 2° instancia un sobreseimiento, que actualmente está apelado por la empresa. En forma simultánea solicitaron una medida cautelar que les fue concedido, tanto en el JNT°69 como en el JNT°79, que impide nuestro ingreso, no pudiendo ejercer nuestro derecho a trabajar ni de representar a nuestros compañeros. Seguramente será así hasta que se resuelvan los procesos tanto penales como laborales. No nos damos por vencidos en ningún momento. Los directores pensaron que íbamos a renunciar por miedo y no, acá estamos. Lo que no pudieron democráticamente lo van a tratar de hacer judicialmente y políticamente.  Cuentan con las herramientas para hacerlo, pero no nos importa. Daremos batalla.

–¿Cuál es la situación de los compañeros dentro del Astillero?

–Cuatro integrantes de la Comisión Directiva están dentro tratando de representar a los compañeros y lo que hace la empresa es perseguirlos y generar terror para que no cumplan con sus funciones. Quieren ejemplificar con nosotros. Pero nosotros somos los representantes de los trabajadores.

–Ante esta situación, ¿cuáles son los pasos a seguir como sindicato?

–El camino es viralizar el conflicto. Sabemos que si hay un rasgo que caracteriza al gobierno de Mauricio Macri fue la política antisindical, perseguir a los representantes que, en forma correcta, defienden los derechos de los trabajadores o cuestionan a los directivos de una empresa que ajusta y no cumple con sus obligaciones y responsabilidades, con el claro objetivo de descabezar a la Comisión Directiva para poder hacer y deshacer a semejanza. Como secretario adjunto he participado de diferentes plenarios de la Corriente Federal de Trabajadores, del Frente Sindical para el Modelo Nacional, CGT regional de Lomas de Zamora –la cual integró-, para visualizar el conflicto e impulsar una amplia unidad y solidaridad para darle lucha a esta política de desaforar a todos los dirigentes que molestan y cuestionan, que defienden los derechos e intereses de los trabajadores. Lo único que hacemos es cumplir con nuestras funciones defendiendo a los trabajadores, sus derechos e intereses y eso molesta mucho.

–¿Algún mensaje a los compañeros?

–Nosotros, ante todo, somos trabajadores y queremos lo mejor para nuestro astillero. Es nuestra segunda casa. Hemos pasado más horas con los compañeros que con nuestra propia familia. Estamos dispuesto a todo. Estamos dispuesto a dejar la piel por nuestra casa, una política de paso no va a destruir todo lo construido durante años.  No lo vamos a permitir. De nosotros dependen muchas familias y debemos estar a la altura de las circunstancias y no defraudar a los trabajadores que nos eligieron. Sabemos que los directores emplean la persecución política y sindical para callarnos. Vinieron a generar miedo en los trabajadores y la forma de generar ese miedo es ajustando y persiguiendo a los representantes gremiales que justamente son los que deben brindar seguridad a los derechos de los trabajadores. No podemos hacer la vista gorda a lo que está pasando actualmente con el movimiento obrero, el salario real cayó más del 20%. El problema no es el costo laboral ni los CCT. El problema es la política neoliberal que emplean, el problema es su odio al trabajador organizado.