Caluroso recibimiento de Macri al asesino de docentes y estudiantes

Como un cínico recordatorio a la Noche de los Bastones Largos, el presidente Macri recibió ese 29 de julio al nefasto presidente mexicano Enrique Peña Nieto, que tiene en su haber no sólo la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa sino también el reciente asesinato de docentes que protestaban en Oaxaca.

Para el gobierno es un mensaje de acercamiento a la Alianza del Pacífico. Para el pueblo, es otro repudiable agasajo, tal como el que le hizo recientemente al rey emérito de España y previamente al presidente yanqui Obama, también en fechas cargadas de simbolismo.

El repudio se hizo sentir ese día en la Plaza de Mayo, con las convocatorias de la FUBA por la mañana y la Asamblea de Mexicanos por la tarde.