Con Larreta: Paritarias de ajuste estatal

Las principales paritarias del gobierno de la Ciudad son cuatro: la de SUTECBA (el gremio de los municipales), Asociación de Médicos Municipales (que determina la de todos los profesionales de salud), docentes (que firma UTE) y subterráneos (que aunque está concesionado el servicio a Metrovías, en el marco de los subsidios era prácticamente hasta ahora una paritaria estatal). El Banco Ciudad se rige en bases a la paritaria de la Asociación Bancaria que rige a privados y estatales de todo el país en general.

La primera de este año fue la de docentes. UTE no la firmó, aunque tampoco llamó a medidas de fuerza en su contra en el marco de la discusión de paritarias nacionales que llevó adelante CTERA (que arrancó con un pretendido tope del 25% que terminó desmoronándose justamente a partir de esa paritaria). Para los docentes de Capital fue un 35% en dos cuotas, 0% en enero, 19% de marzo y 16% en septiembre hasta diciembre.

Ahora SUTECBA bajo la dirección de Genta y Datarmini cerró el “31%” en dos cuotas: 14% ¡ahora en abril! y 17% ¡en noviembre! La bronca entonces estalló en algunos hospitales dentro del personal de escalafón. Se desató un movimiento autoconvocado asambleario que rechaza la paritaria firmada por SUTECBA y exige su reapertura. En el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez la asamblea echó a los “representantes” de la Comisión Interna y de la Directiva. Los otros hospitales son el Ramos, el Pena y el Álvarez.

El año pasado las paritarias fueron relativamente dulces en el ámbito del GCBA: 34% docentes, 36% Médicos Municipales, 32% Subte y 32% SUTECBA; y menos escalonadas o sin escalón para AGTSyP. Eran las paritarias electorales Macri 2015, que el GCABA cerraba por encima de los topes K del 30% y evitaban todo conflicto. Pero este año el macrismo está en pleno plan de ajuste fiscal y eso tomó desprevenido y por sorpresa a algunos de sus votantes. Ahora en medio de la inflación y el tarifazo explotó la bronca.

Quedan dos paritarias por delante: la de la Asociación de Médicos Municipales, dividida su dirección y en plena lucha interna dentro del Ministerio de Salud con nuevas autoridades. Y la del subte, que tras la compulsa ganada por la AGTSyP a la UTA por primera vez firmará la Asociación de los metrodelegados, que pidió el 38% (inflación marzo 2015-marzo 2016) en una cuota y por 6 meses dado la perspectiva inflacionaria 2016 que se ve para adelante.

El subte viene atravesado además por otro conflicto: el de las boleterías en el marco de la instalación de máquinas cargadoras de SUBE por parte de Metrovías en las estaciones. Para ir eliminando la función de boleteros, Metrovías propone crear una nueva categoría: auxiliar general de servicios, con un poco más de básico que la de boletero. O sea propone “sacarlos para arriba” gradualmente; pero esto no convence a la mayoría de los boleteros porque implica cambios en el tipo de función y porque no es lo que se firmó en el acta de traspaso definitivo del 2013. Hay muchos interrogantes sobre cómo quedaría el plantel del subte si este plan avanza. Tanto la UTA (que ahora no ejerce la representación gremial) como la dirección de la AGTSyP acuerdan con la creación de la nueva categoría. La minoría de la Directiva, Bordó-Violeta, se opone. Ya hubo paros de 6 horas en la línea B y C en marzo. La Directiva llamó a un plebiscito que se realizó el jueves 14 de abril y que arrojó un resultado dual. Votaron todos los sectores: estaciones, tráfico y talleres. Ganó la propuesta a favor de crear la nueva categoría y salirse del acta 2013, pero en el sector estaciones ganó el rechazo. Por lo tanto el conflicto sigue y el jueves 21 de abril se hizo un paro de 5am a 7am en la línea C empujado por los delegados.

Evidentemente terminó la campaña electoral del PRO! Ahora empezó el ajuste. El camino es el de los compañeros auto convocados de escalafón. Pero no hay que esperar: ¡Hay que adelantarse!

Corresponsal