Al ajuste que vienen sufriendo los trabajadores del monopolio mexicano, se sumó, el viernes pasado, la nefasta maniobra de los traidores de la UOM que llevaron adelante las elecciones de delegados en el sector de RPU. En este sector todavía hoy tiene vigencia el mandato de Nacho Serrano como delegado, que fue despedido aunque tiene una cautelar favorable para la reinstalación que la empresa incumple.
Ese mismo viernes se llevó adelante un corte sobre la colectora de Panamericana a la altura de la fábrica, impidiendo el ingreso de camiones. De esa manera se logró parar la producción en Ford, que no pudo recibir los chasis que se fabrican en Metalsa, y denunciar en los medios lo que está sucediendo.
El Estado se hizo presente. No para hacer cumplir la legislación nacional sino para desplegar un operativo desmedido que multiplicó por varias veces a el número de trabajadores, comisiones internas y organizaciones solidarias allí presentes.
En momentos en que se profundiza el ajuste, y teniendo en cuenta el escenario político que se puso en evidencia el pasado domingo, se torna necesaria la más amplia unidad de los trabajadores de Metalsa para:
• No dejar pasar los despidos ni los retiros voluntarios; que la empresa cumpla con las cautelares y reincorpore a los trabajadores.
• Que las empresas que la juntaron con pala se hagan cargo de su crisis.
• Que haya elección democrática de delegados.