Los monopolios sacan provecho de la cuarentena

En las últimas horas, corrió como pólvora la noticia de que grandes cadenas de comida rápida –Mc Donald’s, Burguer, Mostaza, Starbucks, entre otras– descontaron más de un 50% de los sueldos a sus trabajadores: más de 25 mil en todo el país. Estas empresas, que facturan millones de dólares por día, descargan sobre sus trabajadores los costos de la cuarentena. Según Alejandro Yapur, presidente de Mc Donald’s para la región, en 2018 se vendieron 150 millones de hamburguesas en Argentina (Infobae, 19 de enero 2019). A razón de 2,85 dólares cada una (precio actual del “Big Mc”), equivale a una facturación de alrededor de 500 millones de dólares.

Por su parte, la Techint de Paolo Rocca vuelve a arremeter después de dictada la conciliación obligatoria y firma un acuerdo con la UOCRA, amparándose  en el convenio del sector y el fondo de cese laboral, sumando un bono extraordinario, dejando sin trabajo a 1450 trabajadores y con incertidumbre en cuanto a su reanudación.

Éstos son solo ejemplos emergentes de sectores de trabajo registrado, que se suman a la ya preocupante situación del trabajo informal, al changuerío y distintas situaciones de emergencia en las barriadas populares. Muy alto en Argentina.

A esta situación se le suma el inminente inicio de una transición gradual hacia la salida de la cuarentena y los peligros sanitarios que eso conlleva. Distintas ramas de la producción y los servicios empezarán a restituirse y eso pone sobre la mesa la necesidad de implementar protocolos de salud efectivos ante el COVID-19, comenzando por la provisión de material sanitario a los trabajadores (guantes, barbijos, alcohol en gel, etc.) y garantizando las condiciones de salud y seguridad adecuadas.

Aún cuando el gobierno mediante DNU intenta sostener los salarios de trabajadores (en particular de pymes) con una inyección de 35 mil millones de pesos para “Repros”, la situación perece no resolverse. Es que en estos tiempos, los salarios y los puestos de trabajo, más que nunca, son el blanco de los monopolios capitalistas para mantener su tasa de ganancia por sobre la salud de los trabajadores. Será que está, tal vez ahí, el quid de la cuestión.