Tras dos semanas ocupando la Planta 2, con un paro en la Planta 1, con movilizaciones y cortes parciales de la autopista Ezeiza-Cañuelas, finalmente se reabrieron las negociaciones y se firmó un acta acuerdo. Ésta establece el pago de 30 mil pesos a cuenta de la deuda indemnizatoria en cuatro cuotas y la continuidad de la negociación. Además, al mismo tiempo la Fiscalía de la Ciudad requirió elevar a juicio por fraude fiscal y embargar a los responsables de Rasic Hermanos.
Los trabajadores de Cresta Roja vienen llevando adelante una gran lucha en reclamo de las indemnizaciones que les deben por la quiebra de la empresa Rasic, por los 300 obreros que todavía no fueron reincorporados y contra los intentos de despidos de Proteinsa, los nuevos dueños.
Frente a las medidas de lucha de los obreros, la principal respuesta del gobierno fue, una vez más, apelar a la inefable Gendarmería, que desde el principio rodeó la planta ocupada, desalojó un corte y montó un gran despliegue permanente para impedir nuevos, incluyendo requisas, maltratos y hasta la quita de carteles que reclamaban la aparición con vida de Santiago Maldonado. Al mismo tiempo, el gobierno intentó que se realizara una votación secreta, dividida por plantas y “garantizada” por el Ministerio de Trabajo sobre la continuidad de la lucha, lo que fue totalmente rechazado por los trabajadores.
La lucha sigue. Los trabajadores de Cresta Roja siguen siendo un palo en la rueda para los planes de flexibilización laboral del gobierno macrista.
