Cuando la pandemia es ideológica

En las últimas semanas, se viene observando un preocupante aumento de los casos de Covid-19, principalmente en Europa, Estados Unidos y algunos países de otras regiones como Rusia. En Europa, en el último mes el aumento de casos fue superior al 55%, acercándose a los niveles del principio de la pandemia. La situación en “muy preocupante”, según la oficina regional de la OMS. A pesar de la amplia disponibilidad de vacunas, en Europa el 38% de la población se encuentra sin vacunarse. Del mismo modo, el 31% de la población estadounidense no se ha vacunado aún, a pesar de ser el principal productor de vacunas. En ese país también se está viendo un recrudecimiento de casos importante. (Datos de ourworldindata.org, 23/11)

Tanto en Europa como EEUU, la gran mayoría de las hospitalizaciones actuales se da en personas no vacunadas. Por esto se está considerando como “la pandemia de los no vacunados”. Sin bien no es el único factor que explica esta nueva ola, es uno muy importante y sí explica la mayoría de los casos graves de Covid-19 actuales. Hoy mueren en EEUU más de 1.100 personas por día. En Ucrania, con apenas un 30% vacunado, mueren hoy más de 600 personas por día.

En definitiva, miles de muertes podrían estar siendo evitadas si no fuera por las posiciones antivacunas, que se basan en una ideología liberal que exacerba el individualismo aunque también en fundamentalismos religiosos o teorías conspirativas sin fundamento. Esto se refleja particularmente en EEUU y Gran Bretaña. En la pandemia de Covid se han expuesto las trágicas consecuencias de estas posiciones, que niegan que la vacunación, además de ser un acto individual, repercute enormemente en el resto de la sociedad.

Como contracara, a pesar de las dificultades para adquirir vacunas, en Argentina resta vacunarse menos del 21% de la población. Nuestro país tiene una larga tradición en materia de vacunación y hoy es uno de los países con un esquema de vacunación obligatorio más completo. Sin bien los antivacunas no son tan fuertes como en Europa y EEUU, diferentes sectores de la oposición han dificultado la campaña de vacunación cuestionando la calidad de las vacunas adquiridas y hasta incluso la propia seriedad de nuestro ANMAT. Podríamos agregar que negar la ciencia, o la ciencia no occidental, es también una posición ideológica retrógrada que tuvo que ser derrotada por el gobierno y el pueblo para avanzar en la vacunación y poder así salir de la pandemia del virus del Covid.