Deuda externa y fuga de capitales

Los dólares que llegaron como parte del pacto de Macri con FMI ya no están más. Según un informe del Observatorio de la Deuda de la UMET, el FMI ha desembolsado unos 39.200 millones de dólares y, desde el primer desembolso hasta la fecha, la perdida de Reservas Internacionales del BCRA alcanza los 32.388 millones: un 82,6% del total desembolsado.

El fracaso de la política económica de Cambiemos no sólo no alienta la “llegada de inversiones” sino que genera su huida, sobre todo desde abril del año pasado como trasfondo de la corrida cambiaria y el salto devaluatorio. Entre abril de 2018 y abril de 2019, “inversores extranjeros” sacaron del país más de 20.000 millones de dólares. Desde diciembre de 2015, esta fuga en “Formación de activos externos” suma 68.000 millones de dólares.

Tanto el gobierno como el apoyo recibido por EEUU y el FMI tienen como objetivo la reelección de Macri en primer plano. Intentan –entre otras cosas– mantener a raya la cotización del dólar, considerando que eso aumentará sus chances electorales. Consideran que esto, en combinación con tasas de interés extraordinarias –para absorber pesos en circulación–, posibilitaría desacelerar la inflación. Pero esta política está hundiendo en una recesión casi sin precedentes a la industria y la economía nacional. Y el precio del dólar es sólo una de las causas de la inflación. Como señala Horacio Ciafardini: “No se puede hablar de inflación haciendo alusión sólo al dinero, a la cantidad de moneda en circulación, sino que para hablar de inflación debemos referirnos a dinero en relación con la producción, con la oferta global de bienes. Entonces, segando algunas ramas industriales, es decir cortando las bases de la producción industrial argentina, el proceso inflacionario se agrava”.(1)

La realidad es que el gobierno por un lado no logró bajar la inflación, que llega a 55% en los últimos 12 meses. Y por el otro, está destinando los dólares tomados como deuda externa a subsidiar una acelerada fuga de capitales, con autorización del FMI. Porque el BCRA no puede imprimir dólares y las exportaciones tampoco generan divisas suficientes. Y porque, así como concede privilegios extraordinarios para la entrada de capitales especulativos ofreciendo una tasa de interés de 70% para la bicicleta financiera, también los ofrece para la fuga: utilizando los dólares enviados por el FMI para venderlos. Así responde a la demanda de los que buscan salir del peso y sacar los dólares del país, a quienes les resulta conveniente un tipo de cambio “bajo” para concretar esa operación. Este proceso no es nuevo en la historia argentina y encuentra similitudes en algunos aspectos con el descripto por Ciafardini acerca de las políticas de la última dictadura militar (ver texto citado).
Si se suman durante el gobierno de Macri los 68.000 millones de dólares de fuga de divisas, los 6.800 millones de salida neta por Turismo y los 34.000 millones de pagos de intereses de deuda externa, se explica dónde fue a parar toda la deuda externa tomada por el macrismo: unos 97.000 millones de dólares hasta diciembre de 2018.
En definitiva, la política de endeudamiento externo récord de Cambiemos no sólo hipoteca el futuro del presupuesto nacional, sino que los dólares se esfuman también en tiempo récord. Porque financian la fuga de capitales aprovechando la desregulación total para la compra de dólares y para su ingreso y salida del país. Y lo que era en teoría un préstamo del FMI para alejar el “fantasma” del default, termina dejando una situación financiera con arcas vacía nuevamente, que muy difícilmente pueda afrontar los vencimientos de capital e intereses de la deuda externa del 2020 en adelante.


(1) Horacio Ciafardini, Argentina en el mercado mundial contemporáneo. Ver: http://comunismorevolucionario.org/crpmlm/horacio-ciafardini-un-analisis-para-entender-la-economia-argentina/