Editorial | Movilizarse frente a la inflación, la pobreza y para que no vuelvan

Concentración frente en Legislatura frente a los proyectos de Larreta y por paritaria social.

La inflación sigue golpeando el bolsillo de los trabajadores y está en curso un golpe devaluatorio de mercado que puede agravar mucho más la situación. En mayo el índice general fue de 5,1%, con 4,4% en alimentos y bebidas y con esto llega al 60,7% interanual. El gobierno no tiene iniciativa contra la inflación y esto lo debilita cada vez más.

El nuevo aumento a los docentes anunciado por el gobierno, con el que llegarían al 70% es bueno para esos trabajadores, pero por otra parte los docentes universitarios siguen en 45% y habrá que ver el resto de los estatales, municipales y gremios del sector privado. Ni que hablar de los precarizados no formalizados. Pero los grandes monopolistas reunidos en AEA tuvieron tiempo para festejarle chistes sobre la remarcación al oligarca Federico Braun de La Anónima. Es que con la inflación ellos ganan económica y políticamente.

La línea de diálogo con los grandes grupos económicos y seguir “el sendero” del FMI facilitaron llegar a este acorralamiento. Registrando el debilitamiento del gobierno y las consecuencias en el ánimo social de la inflación, dieciséis gobernadores del PJ encabezados por Capitanich y Kicillof se agruparon en una liga que se propone “disminuir la conflictividad interna y promover un programa antinflacionario”. Pero es inútil cualquier plan antiinflacionario de sentido popular que no vaya contra los intereses de esos monopolios alimenticios y de los que controlan el comercio exterior de granos y carnes.

Un conjunto de organizaciones de la UTEP volvimos a movilizarnos a Copal el miércoles 8 y con otras nos movilizamos el martes 14 contra la inflación y la pobreza con reclamos al Ministerio de Desarrollo Social. También se conformó un frente de organizaciones que viene movilizándose en rechazo de las políticas de Larreta en la Ciudad. Pablo Moyano planteó la semana pasada una gran marcha nacional contra los formadores de precios, aunque no tuvo el respaldo de los otros dos del triunvirato de la CGT. Hay que trabajar para que el movimiento obrero salga a la calle y aglutine nuevamente a las fuerzas populares.

El golpe devaluatorio y el plan de Cambiemos

Junto con la inflación en esta última semana se suman otros nubarrones económicos: Uno es la falta de dólares en el BCRA que puede complicar la importación de insumos industriales, agrícolas o energía. Otro, la caída de la cotización de los bonos argentinos que pone en duda las colocaciones con las que el Ministerio de Economía consigue pesos para pagar los bonos y sus elevados intereses que van venciendo mes a mes. Una verdadera bola de nieve que el macrismo también agigantó. La inflación local y mundial, las suba de las tasas de interés de la Reserva Federal EEUU, algunas declaraciones macristas y el retraso que significa a esta altura del año solo el 40% de la cosecha esté liquidado, operaron para que el miércoles pasado empezara una corrida que derivó en una brusca subida de los diversos tipos de cambio este martes 14. El blue llegó a $220-$224 agrandando la brecha con el oficial. Un golpe devaluatorio que alimenta la espiral inflacionaria y con ella probablemente el fin del crecimiento pos-pandemia con el que algo de trabajo fue apareciendo en el último año.

Además hay que considerar que para hacer pasar el plan con el que quiere volver Cambiemos: reforma laboral de Larreta, eliminación de los planes y de los ministerios de salud y educación de Bullrich, reforma jubilatoria de Macri y López Murphy, despidos de estatales, municipales, en hospitales y escuelas para “achicar el gasto público” como repiten a coro, necesitan un escenario de crisis y desolación. Por eso también están fogoneando este golpe devaluatorio. Y además como dice Bullrich no va a alcanzar con la Gendarmería…

Todavía es posible impedir que Cambiemos vuelva. La crisis dentro del gobierno y del Frente de Todos es innegable y el off y la renuncia de Kulfas sumó otro capítulo, aunque tal vez fue también en reacción a que Alberto Fernández antes de ir a la Cumbre de las Américas donde jugó bien, había anunciado que no sería un estorbo para la unidad, lo que se interpretó como el sinceramiento de que su plan reeleccionista no tenía futuro alguno. En reemplazo de Kulfas fue designado Daniel Sciolli.

Para impedir que vuelvan harán falta lógicamente candidatos, pero hoy el debate de masas no pasa principalmente por ahí, sino por cómo se sale de esta situación creada de fondo por la estructura privatizada impuesta por el menemismo y el sistema financiero de la dictadura, que aún perduran, y sobre los cuales se montó además el “modelo” sojero que fue creciendo tras la devaluación del 2001, y creció hasta encontrar en Macri y Cambiemos su expresión política tras el conflicto de 2008. Y ahora reforzado además por la deuda de Macri con el FMI.

El cuestionamiento de masas al sistema político

La campaña por la personería de Liberación Popular está avanzando con la adhesión de vecinos, estudiantes y trabajadores. Y a la vez nos está zambullendo en el debate político de masas directo y así la posibilidad de un crecimiento de a saltos en cantidad y calidad. Todavía no se ha desplegado completamente a todos y junto con la Colecta Financiera hay que resolver esto. La propia profundidad del debate y los interrogantes abiertos demanda el protagonismo tanto del Comunismo Revolucionario como de Liberación Popular como organización política de frente único. Hoy el sistema capitalista imperialista está entrando en una de sus crisis quizás más profundas en su historia. Y probablemente por eso y porque la hegemonía mundial imperialista está en juego, es que el mundo pueda ser arrastrado a una 3ra guerra mundial. Están locos o ciegos de avaricia los que ven una “oportunidad” en esto.

El capitalismo imperialista que durante 30 años propagandizó una “globalización” de prosperidad y estabilidad mentirosa, hoy dio vuelta la página y cada vez garantiza menos trabajo, menos vivienda, menos salud, menos educación y encima ahora guerra. No es solo la situación de Argentina. Por eso hay un vacío y angustia. Ante este fracaso social se está desatando un cuestionamiento político generalizado.

El discurso de Milei contra “la casta política” claramente capta esto. Pero también es un discurso fanático del capitalismo, como el de Macri y Bullrich. Ahora bien, más allá del a lo sumo 1 millón de personas que gana con esta situación porque vive del trabajo ajeno a gran escala, están captando a los que se aferran a su trabajo, su pequeño comercio y su esfuerzo individual y cada vez le va peor y juntan resentimiento y odio. Pero le va peor porque la crisis del sistema se está descargando sobre ellos, solo que lo niegan y le echan la culpa al “populismo” como “solución” ideológica. Pero el mundo marcha a la crisis y la guerra, por culpa de nadie más que por la de su propia lógica capitalista imperialista. La consigna “Liberación o Dependencia” está más vigente que nunca, aunque las principales fuerzas del Frente de Todos la hayan borrado de su programa y quizás ese sea uno de los límites de este frente. Cuestión que tenemos salir a abordar dentro del frente, entendiéndolo no solo como las fuerzas que lo constituyen, sino de las masas que expresa y lo necesitan ante la posibilidad de que vuelva Cambiemos.

Salir a las calles

Ante grave situación económica en curso y un gobierno cada vez más debilitado, hay que salir a la calle, discutir y movilizar a los trabajadores y las fuerzas populares para empujar un plan antinflacionario de defensa del salario y las jubilaciones, que haga pagar a los monopolios y los grandes terratenientes con medidas excepcionales como el impuesto a la renta inesperada, que paguen los que la fugaron y más: control de precios efectivo, aplicación de la ley de abastecimiento, y si hace falta intervención de monopolios y puertos privados. Y si la Cámara de Diputados o la Corte Suprema bloquean las medidas necesarias para que el pueblo no sea arrastrado al precipicio, hay que imponer que esas medidas se tomen por decreto “usando la lapicera” y garantizar su aplicación con el pueblo en las calles. Impedir que no vuelvan se juega ahora!