Editorial | Segunda ola de Covid con 42% de pobreza

Los más de 20 mil infectados del martes 6 de abril corroboraron que en Argentina ya estamos en la segunda ola de Covid-19. La cantidad de contagios y el nivel de ocupación de las camas de cuidados intensivos cambiaron el clima social y, junto con la preocupación y el miedo lógico, al cierre de esta edición el gobierno nacional adelantaba medidas que según viene trascendiendo apuntarán a restringir la circulación nocturna y el uso del transporte público.

En medio de los 20 mil contagios, Cambiemos se reunió para emitir un comunicado oponiéndose a cualquier restricción. La línea de Mauricio Macri y Patricia Bullrich sigue la de Jair Bolsonaro, como si los al menos 4 mil muertos de Brasil del mismo martes 6 no existieran. La reunión del AMBA entre Nación, Provincia y CABA con los ministros de Salud fue tensa, porque el gobierno de la Ciudad se opone a cortar la circulación nocturna y solo acepta recortar dos horas la gastronomía, de 2AM a 24hs.

La vacunación ahora se acelera con la llegada de nuevos embarques, que hasta la fecha totalizan 7.266.500 dosis. Al cierre de esta edición se habían vacunado 3.870.734 personas (con al menos una dosis). Dentro de los países dependientes, Argentina está entre los que –aún con retraso– están pudiendo llevar adelante un plan de vacunación masivo producto de una activa política del gobierno. Como se ha denunciado, mundialmente el 80% de las vacunas fueron acaparadas por apenas doce países (ver pág. 7).

Con un plan de vacunación que garantice al menos una dosis a la mayor cantidad de personas posible siguiendo el orden sanitario, se espera evitar el riesgo de vida de los que llegasen a contagiarse. Situación que sería la del presidente Alberto Fernández que, aún con dos dosis de Sputnik V, contrajo la enfermedad pero sin mayor gravedad sintomática.
La lucha política a trece meses de iniciada la pandemia vuelve a centrarse en la relación salud- economía. Hasta acá el principal balance del gobierno de Todos son las medidas sanitarias y económicas que permitieron enfrentar la pandemia garantizando la atención. Mientras la línea de Macri y Bullrich nos hubiese llevado a la situación de Brasil o peor, dada la situación económica y sanitaria que ellos dejaron.

Lo incierto de la segunda ola es que rompe también la perspectiva de un 2021 dedicado exclusivamente a la recuperación y a “tranquilizar la economía” con un déficit fiscal de menos del 4%, objetivo con el que viene una parte del gobierno. Esto ya lo puso en tela de juicio el 42% de pobreza determinado por el Indec la semana pasada. Las restricciones a la nocturnidad y el transporte, si es que con eso solo alcanza para aplanar la curva, imponen por ejemplo la necesidad de ATP para las pymes de la gastronomía, de manera de garantizar esos salarios y parar los despidos y cierres que de otra manera serán un hecho.

Exportación récord y pobreza récord
El incremento por séptimo mes consecutivo de la recaudación impositiva –de 72,2% marzo-marzo en pesos y 45% si solo se toma la primer quincena de 2020 previa a la pandemia– lo determina principalmente el 146% de aumento en la recaudación por exportaciones, que incluso se duplica aun restando el 36,1% de inflación de 2020. Hay una exportación récord por el alza de los precios internacionales. Sobre esta base es que ahora el ministro de Economía estima las previsiones de crecimiento del PBI en 7%, dos puntos arriba de lo que figura en el Presupuesto. También los monopolios de la alimentación –tras el salto de precios que metieron– vienen con grandes ganancias en 2021, recuperando lo que perdieron en los dos últimos años de Macri y en el inicio de la pandemia.

Entonces, esos mismos números muestran que la reactivación de la economía interna en promedio se viene sosteniendo pero es acotada y diferente para cada rama. Incluso no todas crecen; y esto tomando el desastre que dejó Macri como base. En lo laboral, el reflejo es que aún con los ATP y el decreto antidespido un 9,2% de los trabajadores perdió su puesto en la pandemia y solo el 1,6% consiguió trabajo. Y ese 9,2% es un 12,5% en mujeres y 7,2% en hombres.

Salarios vs. inflación
Los altos precios internacionales –que multiplican por más que dos las ganancias de los monopolios exportadores– también nos los imponen para los precios de los alimentos, el principal factor Inflacionario que deja atrás los salarios. Ya hay varios convenios, como el de gastronómicos, con salarios para la primera categoría que apenas superan el Salario Mínimo Vital y Móvil de $21.600. Y este salario “Mínimo” cubre apenas el 37% de la Canasta Básica Total que el Indec estima en $57.997 (según ATE-Indec es de $85.590). La mínima, que cobra aproximadamente la mitad de los jubilados, está en $22.071. El gobierno convocó al Consejo del Salario Mínimo para la última semana de abril.

La inflación acumulada en el primer trimestre rondará el 12%. Las paritarias así como van, salvo excepciones, no le van a ganar a menos que intervenga el Estado a través de bonos (que suban a las categorías inferiores) y aumentos porcentuales por decreto que impongan un piso en las negociaciones con las cámaras patronales. Y esto exigiría un ATP para que la pymes pudieran afrontarlos. Es la manera de sostener realmente el mercado interno, los puestos de trabajo y también la recaudación impositiva en definitiva.

Las cuestiones estructurales
La pandemia está agudizando el conflicto estructural de la Argentina. Los exportadores de granos y carnes ganan y el mercado interno pierde. Un grupo de monopolios terratenientes y bancos gana y el resto pierde. Y arriba de esto el FMI quiere cobrar la deuda de Macri en 10 años. Esto es lo que está atrás del 42% de pobreza medido por el Indec. Los planes sociales son paliativos dentro de un proceso que requiere atacar con firmeza las causas de fondo, o nunca alcanzarán. El Estado distribuye miles de toneladas de comida para paliar la pobreza pero no tiene una Empresa Estatal de alimentos que debería constituirse para dejar de alimentar a los monopolios.

Una de esas cuestiones de fondo es el control de la Hidrovía Paraná-Paraguay, que vence a fines de este mes. El gobierno marcha a una nueva concesión privada para el dragado y balizamiento y no está claro quien cobrará los derechos de tránsito. Algunas fuerzas y dirigentes dentro del Frente de Todxs han planteado la necesidad de que sea estatizada. Es la única manera de romper la tramoya y el contrabando organizado desde la bolsa cerealera y los puertos que controlan los monopolios exportadores, como demostró intervención de Vicentín en los pocos días que hurgó sus números.

Otro tema crucial son los servicios públicos. El gobierno postergó los aumentos y avanza la línea de que las tarifas vayan detrás de la inflación, atadas a los salarios. Esto implica, en el caso de las energéticas, el aporte de subsidios cada vez mayores desde el Estado. Por lo que no se sostiene que sigan operadas por grupos privados: un cáncer que debería eliminarse, como ha terminado de concretarse en las líneas de trenes metropolitanas ahora controladas por el Estado.

Y otra gran cuestión es la deuda impagable de Macri con el FMI, frente a lo que se viene imponiendo la línea de postergar cualquier acuerdo, pero que es otro de los grandes lastres para el desarrollo nacional.

La reacción apuesta al empantanamiento gobierno, en medio de una pandemia que ya es un hecho que durará más de un año. La grave situación de grandes sectores del pueblo exige avanzar con medidas que toquen la estructura con la que solo un pequeño grupo de monopolios y terratenientes se benefician. Es la estructura que Macri y Cambiemos reforzaron con su gobierno; y que incluye una telaraña en el Poder Judicial que se los asegura, como pasó ante la intervención de Vicentín.

Por eso, ante la segunda ola con 42% de pobreza, respaldamos y proponemos:
– Acelerar el plan de vacunación.
– Restricción de la nocturnidad, el transporte y ATP/IFE para hacerlo posible.
– Mayor control sanitario: fronterizo, de protocolos en la producción y la educación.
– Salario Mínimo Vital y Móvil acorde a la canasta familiar.
– Bonos y aumento salarial porcentual por decreto como piso paritario para ganarle a la inflación.
– Suspensión de desalojos y congelamiento de alquileres.
– Créditos blandos y subsidios para pymes nacionales.
– Desarrollo de la industria estatal. Por una empresa pública de alimentos.
– Control estatal de la hidrovía. Basta de contrabando.
– La deuda de Macri con el FMI es impagable.