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El acuerdo entre Cristina, Alberto Fernández y Massa para disponer un armado de Unión por la Patria con dos fórmulas que competirán en las PASO a nivel presidente y vice, que encabezará Massa por un lado y Grabois por otro, ambas adosadas a todo el resto de la boleta, reabrió la posibilidad de derrotar el proyecto fascista y ajustador de Bullrich, Larreta y Juntos por el Cambio en las elecciones presidenciales de este año. Y también retener la Provincia de Buenos Aires mediante la reelección de Axel Kicillof.
Tras meses de lucha interna y en medio de índices de inflación que pasaron el 10% mensual en alimentos, el acuerdo llegó 24 horas antes del cierre de listas. Los gobernadores de UP jugaron un rol para destrabar las negociaciones que hasta ese momento se polarizaban entre una lista y un reglamento acordados entre el kirchnerismo y Massa, por un lado, y la candidatura de Daniel Scioli y Tolosa Paz respaldadas por Alberto Fernández, por otro. No era un secreto que CFK venía desde hace meses impulsando la candidatura de Massa, pero era el Frente Renovador el que ponía la condición de que no hubiese PASO para que el ministro de Economía pudiese a la vez ser candidato.
Desinflado Milei, confirmado ya que JxC no se partía, con la conferencia de unidad en respaldo a la reforma y la represión fascista de Morales en Jujuy, y con el impacto de las derrotas de San Luis y Chaco, los gobernadores de UP se movieron. Jugaron sobre Alberto Fernández para que levantara la lista de Scioli-Tolosa Paz y para que Cristina cediera el candidato a vice. El hombre fue Rossi, últimamente alineado con Alberto, aunque aceptable para CFK. Así también la campaña por la reelección de Kicillof quedó despejada.
A decir verdad, la fórmula que encabezaría Wado de Pedro nunca había sido confirmada y menos aún la de Manzur, su auto designado vice. Sin embargo, la unción de Massa como producto de las negociaciones y acuerdos es rechazada, o no expresa en primera instancia a las fuerzas que integramos Unión por la Patria priorizando la necesidad de derrotar a JxC y Milei, pero que venimos luchando por otro rumbo ante el acuerdo con el FMI y las concesiones a los monopolios y terratenientes. Incluso, buena parte de la base que apoya a Cristina cuestiona la candidatura de Massa. La oficialización de la candidatura de Grabois para las PASO de Unión por la Patria se impuso entonces también como condición para unir y abrir la posibilidad real de derrotar el proyecto fascista y ajustador de Juntos por el Cambio.
El peligro fascista
Hay que tener en cuenta que el camino fascista que siempre expresaron Bullrich y su ahora vice Petri, al que se acoplaron Larreta y su vice Morales adelantando una muestra en la provincia que gobierna, no encarna un plan aislado. El alineamiento de Macri con Trump y Bolsonaro, y su apoyo con armas al golpe en Bolivia en 2019 tras el préstamo del FMI son un hecho. Todos los indicios sobre el atentado a CFK conducen al núcleo más fascista de JxC. Y el contexto del atentado es justamente el período en el que se definía en Brasil si las Fuerzas Armadas de ese país aceptarían el resultado que devolvería a Lula al gobierno, o si se precipitarían al autogolpe que promovía Bolsonaro. La administración Biden jugó abiertamente el peso de EEUU en las FFAA de Brasil contra el autogolpe de Bolsonaro alentado por Trump. Cursa dentro de la superpotencia norteamericana una aguda lucha de línea sobre cómo enfrentar la disputa por la hegemonía mundial que les presenta el social-imperialismo chino. Como en Brasil, es necesario aprovechar en favor de la lucha popular estas contradicciones.
¿Qué y quiénes multiplicaron la pobreza?
La pobreza en la Argentina hoy llega 40% de la población: un nivel estructural comparable al 66% alcanzado con la crisis de 2001, teniendo en cuenta que no existía la AUH, la tarjeta alimentar, ni la dimensión de la red de comedores, sin las cuales una parte de la población no comería. Y tampoco se habían aprobado las moratorias jubilatorias, ni se entregaban remedios gratuitos desde el PAMI.
A lo largo de los últimos 30 o 40 años se ha impuesto en definitiva un cambio regresivo en el tejido laboral y económico. Y asociada a esta decadencia económica, una decadencia social y una falta de perspectiva que impacta directo en la juventud. Trabajar no garantiza salir de la pobreza, para millones con jornales de 6 mil pesos, es la garantía de serlo de por vida. Se ha ido produciendo un abismo salarial aún entre los trabajadores.
Fue la desindustrialización financiera y el endeudamiento de la dictadura. Fueron las privatizaciones y la extranjerización menemista. Fue la sojización. Fue nuevamente el endeudamiento de Macri y el FMI. Se despobló el campo y ahora el 92% de la población se hacina en ciudades ya sin margen inclusive para la economía de autosubsistencia agraria.
Fue, en definitiva, la dependencia de los imperialismos y sus socios oligárquicos. Ellos retrocedieron con la YPF de Mosconi y la SOMISA de Savio. Retrocedieron con la industria y las empresas estatales del peronismo hasta el golpe de 1955, porque nunca perdieron en definitiva el poder oligárquico de este Estado. La catástrofe social de las privatizaciones y la convertibilidad desindustrializadora de Menem y Cavallo, que siempre embellecieron el macrismo y ahora Milei, desembocó en las luchas de los 90´s y el pechazo popular del 2001 que terminó con el gobierno de De la Rúa, Bullrich, Lopez Murphi, Larreta. Pero ojo, no se trata solo de personas; porque llegado el caso, también del presidente para abajo, muchos funcionarios del actual gobierno fueron parte del gobierno de Menem.
Sin el pechazo popular del 2001, ni confrontación en el 2008, no hubiera habido estatización de las AFJP, ni de Aerolíneas y AySA. El 51% de YPF fue un gran avance, aunque el 49% está en manos de Black Rock y otros monopolios que tienen también control de la empresa. Fue otro logro repatriar cientificos, poner en órbita satélites y construir la centralnuclear Atucha II. Pero no volvimos a fabricar ferrocarriles, se pasaron a importar de China.
Derrotar la mentira y el plan de ajuste y represión de JxC y Milei
Hay un debate de masas sobre quiénes son los responsables de este empobrecimiento, las causas y sus beneficiarios. Este debate no es trivial y atraviesa toda la campaña electoral.
La inseguridad encabeza o está a la par de la inflación y la pérdida adquisitiva de los salarios entre las preocupaciones de los trabajadores, no solo de los sectores medios. En 2019, la ilusión de millones era revertir el daño social producido por el gobierno de Macri y volver a las condiciones del período 2006-2012. Pero ahora nadie piensa que después de las elecciones estaremos mejor. Esto en parte es lo que está detrás del elevado ausentismo electoral en Chaco o Córdoba. La impotencia del gobierno frente a las remarcaciones de los monopolios alimenticios y los supermercados ha terminado de instalar este balance y perspectiva. Ya es evidente que el narcotráfico no existiría sin connivencia político-policial-judicial.
En la confusión, JxC y Milei encuentran más margen para mentir. Hacen de las medidas paliativas de la pobreza su causa: los planes y los “planeros”, los piqueteros, el peronismo y la izquierda serían la causa de la decadencia y la pobreza. Y a la vez los “causantes” del déficit fiscal que habría vaciado el Banco Central, en vez de la fuga de los monopolios, las offshore y la usura de la deuda. Encima, le prometen a la oligarquía y los monopolios exportadores eliminar las retenciones y bajarles los impuestos. Y así, después cuando no tengan para pagar las jubilaciones, propondrán abiertamente subir la edad jubilatoria y una fórmula atada a la recaudación. Hipócritas, ante la precariedad laboral que impusieron las privatizaciones y los monopolios, proponen una Reforma Laboral que precarice aún más los contratos de trabajo. Ya es tal la ganancia que están obteniendo los monopolios en nuestro país, que hasta el FMI reconoce las consecuencias inflacionarias del saqueo que ellos mismos siempre alentaron y que ahora les dificulta cobrar su estafa.
En estas PASO: UP con Grabois presidente y Kicillof gobernador
La lucha es para impedir el avance del extractivismo, su primarización productiva, el saqueo, la precarización laboral y la persecución antisindical y represiva. Jujuy es una clara muestra de a qué viene JxC. Para ellos, los pueblos originarios, la lucha democrática y la memoria también son un problema a combatir. Unión por la Patria es la unidad con la que hoy podemos enfrentar y derrotar a JxC para que no vuelvan de la mano de un plan represivo a completar su proyecto antinacional y antipopular.
Es necesaria la recuperación salarial de lo perdido desde el gobierno de Macri. Es necesario estatizar los servicios públicos y terminar con el subsidio de ganancias privadas aseguradas. Es necesaria una YPF completamente estatal como motor del desarrollo industrial nacional. Es necesaria una empresa estatal de alimentos para garantizar abastecimiento y precios para el pueblo. Es necesario estatizar el control del Paraná y sus puertos, para que deje de desangrarse por allí la Patria y penetrar el narcotráfico.
Defendemos la salud y la educación pública. Por todo esto venimos luchando. Y en estas PASO, es necesario que esta lucha tenga una expresión masiva con el voto a Grabois encabezando la boleta completa de Unidad por la Patria en todo el país.
