“El gobierno está tomando pasos que pueden ser irreversibles”

Entrevista al secretario general de la asociación de profesionales del sector nuclear APCNEAN, Andrés Kreiner.

Por Guillermo Caporaletti

Trabajadores y representantes de ATE y APCNEAN de la CNEA y la PIAP (Planta Industrial de Agua Pesada) se reunieron en el Congreso con diputados del FpV, entre ellos la presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología, para exponerles la gravísima situación que está atravesando el sector nuclear en la Argentina. De la reunión salió el compromiso de tratar este tema en una reunión conjunta de las comisiones de Ciencia y Tecnología y de Energía de la Cámara. Desde Vamos! conversamos con Andrés Kreiner, secretario general de la asociación de profesionales APCNEAN, sobre el contenido del encuentro.

–¿Cómo surgió la reunión en Diputados?

–Porque realmente estamos cada vez más preocupados de qué está pasando en el sector nuclear. En particular, desde la firma del acuerdo con el FMI el gobierno decidió cancelar la construcción de una central nuclear con tecnología que Argentina domina, llamada CANDU. Es una tecnología que utiliza agua pesada y uranio natural. Y Argentina a lo largo de muchos años hizo todas las inversiones requeridas para tener todo lo necesario para esa tecnología. En particular, una enorme Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), que está en Arroyito, Neuquén. Y al gobierno se le ocurrió cancelar toda esta línea tecnológica. Que es la que se utiliza en las tres centrales nucleares que tenemos en funcionamiento. Y para la cual nos preparamos durante más de 50 años. Hizo todas las inversiones. Desarrolló toda la tecnología necesaria. Tiene la gente para eso. Y este gobierno no se le ocurrió mejor idea que cancelar la construcción de esa central, que ya estaba preliminarmente pactada con China en el gobierno anterior. Se había hecho un preacuerdo con China por dos centrales. China iba a financiar el 85% de ambas centrales. La primera iba a ser con esta tecnología que dominamos y por lo tanto la que más nos interesa, en la cual nosotros podemos proveer la mayor parte de todos los insumos. Y la segunda era incursionar en una tecnología que los chinos tienen, y que nosotros no tenemos, que sería con uranio enriquecido, que es lo que más les interesa a ellos. Pero que de alguna forma si hay transferencia de tecnología, entonces eso también le interesaría a la Argentina. Porque nos permitiría primero un plazo de adaptación a la nueva tecnología y luego incursionar en ésta, que se utiliza bastante en el mundo pero que sólo dominan las grandes potencias.

–Si Atucha III se iba a construir con tecnología que Argentina domina y tenía garantizado financiamiento, ¿por qué la cancelan?

–El argumento que utilizaron, después de sostener más de dos años la misma línea que se había trazado el gobierno anterior, cuando se firma el pacto con el FMI aducen que la Argentina no tiene suficiente dinero como para comprometer más deuda. Pero los chinos financiaban el 85%. Quedaba un 15% que tenía que afrontar la Argentina. Pero esto era un crédito blando a largo plazo que se iba a repagar prácticamente con la energía que la central iba a producir. Lo que se adujo no es plausible, porque si uno mira lo que se ha despilfarrado en fuga de capitales… Frente a todo ese compromiso que se asumió, esto era una cosa menor. Argumento que aparentemente no lo aplicó para la segunda central, que es la que quieren los chinos. O sea, nos quedamos sin la central que más nos interesa, y están hablando de cerrar el acuerdo por la segunda central de uranio enriquecido.

–El gobierno dijo que busca que la construcción de la central de uranio enriquecido (tecnología que no dominamos) tenga una alta participación nacional. ¿Tiene asidero esta afirmación?

–Comparativamente con el trabajo argentino que iba a posibilitar la primera central (Atucha III), de ninguna manera. La participación argentina en la central de uranio enriquecido no está claro cuál va a ser. Hay gente que afirma que este va a ser un contrato llave en mano, que los chinos van a hacer prácticamente todo. Que a lo sumo habría un 15% de participación nacional. [El subsecretario de Energía Julián] Gadano está hablando de un porcentaje mayor. Pero la verdad es que no sabemos porque no tenemos acceso. Le pedimos detalles y él se escuda con que hay motivos de confidencialidad. Y tampoco es cierto de que la tecnología CANDU sea obsoleta. De ninguna manera es así.

–¿El gobierno dice que la tecnología de agua pesada y uranio natural es obsoleta?

–Gadano lo dice. Él habla de que sería como un Ford Falcon. Gadano tiene poca idea técnica. A él le susurran cosas que él termina comprando. Gadano es un sociólogo. No tiene un conocimiento detallado de cómo son las cosas. Pero la tecnología CANDU ha evolucionado. Hay conceptos más avanzados que fueron desarrollados tanto por Canadá como por la India. La India tiene un programa muy importante de centrales de tipo CANDU, que está construyendo varias y tiene planes para diez más. En particular porque es muy versátil en cuanto al tipo de combustible que puede utilizar. Que puede ser desde uranio natural a uranio enriquecido, inclusive torio, que es un material que la India tiene y que abre las puertas para la generación de combustible nuclear ilimitado.

–¿Cuál es el conjunto de medidas que muestran que el gobierno está tirando abajo el desarrollo nuclear?

–Una es la cancelación de la central Atucha III tipo CANDU. Y la otra es la desactivación de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP). Nosotros estamos en permanente contacto con los compañeros de la PIAP. Allí, de la dotación que había de 450 trabajadores hoy quedan 300. Y ya les anticiparon que se está por implementar un plan de retiros voluntarios, como para seguir diezmando la planta. Fuimos a pedirle a Gadano que no cometan el estrago, y menos a pocos meses de un posible cambio de gobierno, de destruir la planta. Porque si esa planta realmente se degrada y se daña por falta de mantenimiento, va a ser muy difícil recuperarla. Nuestro mayor esfuerzo y preocupación está concentrado allí, en preservar la PIAP, que es la llave de la tecnología CANDU. Porque ese insumo es una parte constitutiva de un reactor de uranio natural. Es como que han anunciado la decisión de que la Argentina no va a seguir más con esta tecnología. Y que por ende no se va a hacer la cuarta central Atucha III y se va a desactivar la PIAP. Y además han habido cientos de despidos en NASA (Nucleoeléctrica Argentina SA), que era la gente que participó de la construcción de Atucha II, que también trabaja con uranio natural y agua pesada. Además, la central Embalse [Río Tercero, en Córdoba] es una central CANDU que tenemos y que se acaba de reconstituir. Se le dieron 30 años de vida adicional, porque normalmente esas centrales viven 30 años y después hay que hacerle un cambio de sistemas internos. Y la Argentina se preparó y demostró que está en condiciones de fabricar todos esos componentes internos. Y la planta de Embalse está funcionando a pleno. Después de este gran logro, la gente de Embalse nos dice que aquellos grupos profesionales y técnicos que participaron en la extensión de vida están en la cuerda floja. Esta intención o manifestación del gobierno de cancelar la línea de agua pesada y uranio natural se traduce en todas estas acciones.

–¿O sea que la fuga de cerebros se está dando también en el sector nuclear?

–Totalmente. Yo te lo puedo ratificar. En la CNEA en particular, al margen de estos problemas que estamos discutiendo, los salarios están muy degradados y desde hace muchísimo tiempo que no hay ningún movimiento escalafonario, no hay carrera laboral, con lo cual hay muchísima gente joven que se está yendo, tanto al exterior como buscando otras oportunidades.

–¿Qué balance hacés de la reunión en Diputados?

–La reunión de Diputados fue con el bloque del FpV porque encontramos receptividad allí. Algunos de nosotros estamos trabajando codo a codo con miembros del Congreso. Entonces frente a la desesperación de que los tiempos se acortan y que el gobierno está tomando pasos preocupantes, que pueden ser irreversibles, pedimos esa reunión. Donde se pudo explicitar todo esto y quedamos además en tener una reunión próximamente conjunta entre la Comisión de Ciencia y Tecnología y la de Energía de la Cámara de Diputados, pero ahora como reuniones oficiales de estas dos comisiones que involucren al conjunto de los partidos.