El viernes 6/9 fueron las elecciones de delegadas y delegados de ATE CNEA en el Centro Atómico Bariloche (CAB). Votaron 176 trabajadores, que representan el 27% de los trabajadores de CNEA en el CAB, y que implica un crecimiento de más del 50% respecto a la elección anterior en 2017. En algunos sectores que vienen más organizados, la participación fue aún mayor: en el CAREM -uno de los proyectos bandera de la CNEA- votaron el 53% de las y los compañeros. La elección fue con una lista única de unidad, sumando compañeras y compañeros nuevos de diferentes grupos de trabajo y edificios, con los que venimos en estos años impulsando el debate y la organización desde cada lugar de trabajo.
La lucha contra la política de Macri en el sector
Estos últimos años estuvieron teñidos principalmente por la lucha para derrotar la política de destrucción del sector nuclear y de ciencia y tecnología del gobierno de Macri, intentando que cada compañera y compañero tuviera los elementos para dar esa pelea, desde el análisis detallado de los presupuestos hasta la información sobre cada despido, cada proyecto cancelado o congelado del sector. La política de destrucción de CyT de Macri pegó muy fuerte en Bariloche, que es un polo de ciencia y tecnología muy importante en el país, con INVAP, INTA, INTI, 4 universidades nacionales y cientos de investigadores del CONICET. En este sentido, es muy importante el camino emprendido de unión con compañeras y compañeros de todas estas instituciones, acompañando, por ejemplo, cuando fueron los despidos en el INTI, y organizando múltiples movidas, muestras abiertas, volanteadas y movilizaciones en el centro de Bariloche, como la masiva marcha sectorial desde el monolito al hospital en Abril de este año. Para avanzar en esta unidad también organizamos las elecciones de ATE de manera conjunta en CNEA y en el CONICET el mismo día en todo Bariloche. Las elecciones en el CONICET también fueron muy importantes, ya que por primera vez se eligieron delegados de ATE CONICET en instituciones fuera del CAB (Universidad Nacional de Río Negro, Universidad del Comahue e INTA), y en todos los estamentos (becarios, investigadores y personal de apoyo). También es importante el avance en la coordinación con los compañeros de CNEA en BsAs y las demás regionales, conformando la mesa nacional de de coordinación de ATE CNEA, así como con el resto del sector nuclear, ya que pudimos organizar diferentes acciones conjuntas (movilizaciones coordinadas, declaraciones, etc). Y todavía tenemos mucho por avanzar en este camino para realmente poder federalizar la información, las discusiones y democratizar las decisiones del conjunto para lograr organizar y hacer protagonistas a todos los trabajadores del sector.
También nos organizamos para terminar con la precarización, y con mucho esfuerzo y organización logramos que no haya más monotributistas en CNEA, y que se mantuvieran los pases a planta de becarios durante estos años, cosa no menor en el contexto de los despidos en todo el sector. Sin embargo, el presupuesto mermado o directamente cero de los proyectos, como ser el reactor CAREM, RA10, Medicina Nuclear y otros; junto con el brutal recorte de nuestros salarios frente a la inflación, hicieron un verdadero éxodo de técnicos y profesionales altamente formados de cerca del 25% del personal de la CNEA en estos últimos 4 años. Es fundamental en esta nueva etapa lograr la recomposición salarial, las recategorizaciones y los pases a planta para frenar esta sangría y volver a poner en pie los proyectos. Además, nos empezamos a meter en debates sobre qué camino debería seguir el plan nuclear argentino, siempre con la idea de defender la soberanía energética y la autonomía tecnológica nacional, muy a pulmón, en una institución cuyas autoridades son contrarias al debate. Finalmente, una nota aparte merecería el proceso de Grupo de Mujeres Trabajadoras del CAB y el CTP, grupo del que participamos activamente, en un centro atómico donde sólo el 28% de los trabajadores somos mujeres, donde no hubo nunca una gerenta del centro atómico mujer, y con una casi nula participación de mujeres en cargos jerárquicos.
Un impulso para lo que se viene
Estos años nos han encontrado a muchos estatales en Bariloche organizándonos y peleando desde una unidad lo más amplia posible para enfrentar la política de Macri y así, con mucho debate, muchos nos fuimos reagrupando y confluyendo en la calle desde una unidad amplia sindical y popular con los diversos sindicatos que han salido a la lucha como sectores de la CTA y de la CGT. Todo este proceso estuvo ampliamente teñido e impulsado también al calor de la discusión por derrotar a Macri en estas elecciones nacionales y la conformación del Frente de Todos nacional y localmente.
En el CAB de CNEA con el cuerpo de delegados de ATE, la lucha de los precarizados y el grupo de mujeres, avanzamos también al calor de ese impulso. Y nos queda mucho camino aún por recorrer para recuperar en el sector todo lo que en estos años fue destruido y para también avanzar por más. Hemos crecido mucho en este proceso, pero apostamos a una organización de los trabajadores y trabajadoras todavía más profunda y capilar, para que seamos muchas y muchos más para poder llegar a cada compañera y compañero y poder realmente dar los debates necesarios y organizarnos.
Los trabajadores y trabajadoras estatales nos preparamos ahora para redoblar la lucha por derrotar la política de Macri y recuperar en los organismos estatales todo lo que han desguazado, junto a la reincorporación de los despedidos, y avanzar también sobre nuestras condiciones laborales y particularmente frente al brutal recorte salarial frente a la inflación que estamos sufriendo.
Corresponsal
