Ford, culpable!

Sobrevivientes, obreros, familiares, testigos, personalidades de derechos humanos y la militancia llenamos la sala del juzgado para escuchar el veredicto del tribunal oral federal de San Martín. Una larga lucha, de unos 42 años, que obtuvo un gran triunfo. Fueron condenados los tres acusados por delitos de lesa humanidad contra veinticuatro obreros de Ford: Pedro Müller, gerente de manufactura; Héctor Sibila, militar retirado del Ejército y jefe de seguridad de la planta en Pacheco; y Santiago Omar Riveros, oficial responsable del área militar centrada en Campo de Mayo. Las condenas fueron de 10, 12 y 15 años respectivamente, en cárcel común.

En el caso de Rivero, se le suman algunos años a las varias condenas a perpétua que ya tiene. En los casos de Müller y Sibila, no sólo pierden su libertad sino que, por sus responsabilidades de control y dirección en la empresa, significa que el monopolio automotriz Ford quedó implicado por delitos de lesa humanidad. De quedar en firme la sentencia dictada en primera instancia, sería el primer fallo en nuestro país en que se reconoce responsabilidad empresarial en este tipo de delitos. Y nada menos que a este monopolio yanqui que puso su nombre a uno de los métodos de producción que imperó en todo el mundo.

Por todo esto, la sentencia fue recibida con ánimo de triunfo. De triunfo histórico. No fue tan importante que no se les haya dictado prisión preventiva –para Müller y Sibila– ni la cantidad de años de las condenas –que de hecho significaría que tendrán sus últimos días en la cárcel debido a su avanzada edad–. La alegría se desparramó en cánticos, lágrimas y abrazos.

La sentencia fue también un momento de encuentro. No sólo estuvieron los obreros sobrevivientes del infierno dictatorial, sino también protagonistas de la histórica toma del Ford de 1985. Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea fundadora, también dijo presente, como así también dirigentes y delegados sindicales de la zona. Por el CR estuvo presente Susana Valerdi, quién en su momento hizo la cobertura de aquella toma de Ford. Ahora se reencontró con algunos de aquellos obreros, que le contaron que habían presentado como prueba en el juicio su publicación sobre aquel hito obrero.

Ahora resta que el tribunal detalle los fundamentos de la sentencia. Luego los condenados podrán apelar. Previamente en otra causa, también había sido condenado en primera instancia el dueño de la Veloz del Norte por haber participado en la tortura de empleados junto a otros militares. Sin embargo, en ese momento no se abordó en profundidad los intereses empresariales que habían detrás de estos delitos y finalmente la Cámara los consideró prescriptos.

En este fallo contra Ford, el tribunal arrancó su sentencia desestimando el pedido de prescripción realizado por la defensa. Es decir, consideró que se trata de delitos de lesa humanidad, parte de “un ataque generalizado o sistemático contra una población civil, y con conocimiento de dicho ataque”. Este fue uno de los nudos del proceso judicial, habiendo sobradas pruebas de torturas y secuestros. Por su parte Ford, ante el juicio, aturdió con su silencio.