¿Gracias Obama?

Tras su resonante y significativo viaje a Cuba, el presidente norteamericano enfiló para Argentina en una visita sorpresiva, publicitada hace solo un mes. Con el nuevo gobierno de Macri en la Argentina, la movida se da al mismo tiempo que empeora la situación política de los gobiernos y las economías en Brasil y Venezuela, mientras Evo Morales viene de perder el plebiscito que podía habilitar su reelección.

EEUU se ha lanzado a apretar el torniquete de la dependencia y a recuperar terreno frente a otras potencias imperialistas en el control de Sudamérica. Quizás en la Argentina la campana de largada fue el fallo del juez Griesa en 2014, cuando CFK se lanzaba a buscar créditos internacionales que suplieran la merma económica. En aquel momento, pese a que el gobierno arreglaba con el Club de París y Repsol, y firmaba un acuerdo leonino con Chevron, EEUU hizo valer su supremacía en el plano financiero y trabó el endeudamiento que el gobierno kirchnerista necesitaba para huir hacia adelante, en el marco de su acuerdo estratégico con China.

Con el nuevo gobierno argentino encaminado en el acuerdo con Griesa y el respaldo parlamentario para el pago a los buitres, EEUU identificó que era el momento de jugar más fuerte. Y aquí, tras su paso por Cuba, aterrizó Obama.

Las economías sudamericanas tuvieron su momento rosado cuando los altos precios de las materias primas y la demanda China soplaban en popa. Pero esos tiempos quedaron atrás con la desaceleración de la potencia asiática. Además, la estrepitosa caída del precio del crudo no solo golpeó a Venezuela sino también a una potencia imperialista como Rusia, que con el BRIC venía avanzando en la región.

Hace solo dos años se reunía la CELAC en La Habana y visitaban Argentina el presidente de China y luego el de Rusia. Incluso, podría decirse que aquél fue el marco en el que se eligió al primer Papa sudamericano, el Papa Francisco, al que sin dudas semejante giro afecta, si se recuerdan sus posiciones en el conflicto sirio o frente al atentado a Charly Edbó. De ahí su trato públicamente tirante con Macri.

Justo a 40 años del golpe

La movida yanqui fue pesada, ya que además coincidió con el 40º aniversario del golpe genocida de 1976, que el imperialismo yanqui también fogoneó junto a otras potencia imperialistas. Obama buscó aprovechar las posiciones del gobierno de Carter en materia de derechos humanos e incluso anunció la desclasificación de archivos norteamericanos para la ocasión. Pero esto no alcanzó para cooptar en la jugada a ningún organismo de derechos humanos.

De los planes iniciales, tuvieron que recalcular y cambiar del Museo de la ESMA al Parque de la Memoria, donde también había estado el presidente de Francia. Tuvieron que levantar la cena con empresarios en la Rural, donde lo esperaban también numerosas agrupaciones y partidos antiimperialistas.

A la hora de las multitudinarias movilizaciones por el 40º aniversario del golpe, que también repudiaban su presencia, el presidente de EEUU ya estaba en Bariloche. Pero, aun así, no pudo evitar toparse con una manifestación que lo interceptó en su recorrido.

Donde se dio cita oficial la chupamediada del gobierno del PRO y amigos, fue en la cena del Centro Cultural Néstor Kirchner. Acá se ve una de las consecuencias de ponerle a todo “Néstor Kirchner”… Allí también Mirtha Legrand pudo saludar a Obama.

Una manito con los buitres

Mientras Obama se movía por Buenos Aires, su gobierno en EEUU hacía una presentación de su Procuración ante la Cámara que suspendió las medidas de Griesa “a favor” de la Argentina tras los primeros entendimientos con los buitres. O sea, en este caso el papel del “policía bueno” y el “policía malo” lo hace la misma persona, como para que no queden dudas del apriete imperialista.

Un detalle para valorar a los “amigos” que se supieron conseguir éste y el anterior gobierno resulta de identificar que el déficit comercial argentino se lo debemos en gran medida al intercambio con dos potencias: EEUU con US$ 4.727 millones y China con US$ 6.395. Con “amigos” como éstos ¿quién necesita enemigos? Pero por eso ambos vienen prometiendo que con las inversiones esto se revertirá.

Y justamente, hablando de inversiones pactadas, en medio de la estadía de Obama, desde la Embajada China le contestaron a Macri que “no existen acuerdos secretos” firmados entre Argentina y China durante el gobierno de CFK y reclaman el cumplimiento de los acuerdo para construir las represas en Santa Cruz. O sea, esto recién empieza. Mientras el pueblo argentino paga los créditos de unos y otros al 8%.

Los acuerdos que nos cuentan

El acuerdo más público es “ayudarnos” a destrabar con Griesa para que por fin podamos pagarle a los buitres 10.000 millones de dólares. Y que para eso nos sigamos endeudando, para lo que también nos ayudarían, situando siempre los juzgados de Nueva York como sede de cualquier litigio o problemita que pudiera surgir. Porque así pueden asegurarnos que nos van a seguir ayudando.

En segundo lugar, nos van a ayudar con inversiones. Que como su propio nombre lo indican, generan utilidades, y dado que son inversiones extranjeras se transforman en remesas, que necesitan convertirse en dólares para poder irse de Argentina hacia el país de origen. Así, al déficit comercial se suma el déficit en la balanza de pagos con EEUU, como ocurre en general con todas las potencias imperialistas que invierten en nuestro país. Si hasta el “duro” de Guillermo Moreno abría o cerraba el grifo de las DJAI, para cubrir importaciones de insumos, pagos de la deuda externa y remesas. Sino ¿qué inversor va a venir? Es la dependencia que le dicen…

También nos van a ayudar a “combatir” en narcotráfico. Acá se deschavaron solos, porque como nos enseña Hollywood a través de la película “Armados y Peligrosos” –con Denzel Washington y Mark Wahlberg– la DEA le cobra un porcentaje a todas las bandas que trafican en la frontera mexicana. O sea que el acuerdo es combatir a las bandas de los otros en favor de las propias. Esto lógicamente va a redundar en una mejora para la seguridad… de sus cargamentos.

Junto con lo anterior se creará una red de Centros de Fusión de Inteligencia y, de paso, se supervisará nuestro desarrollo en el área de la energía nuclear. Además nos van a ayudar a que nos involucremos en conflictos en África y volvamos a mandar tropas por el mundo en “misiones de paz” como la Guerra del Golfo. Todavía nos andamos preguntando por qué nos volaron la AMIA y ya nos estamos metiendo en más quilombos.

Bueno, tras este beneficioso viaje (para ellos), los agentes secretos subieron “La Bestia” en un avión y a Obama en otro, y pegaron la vuelta para los EEUU con el sentimiento del deber cumplido. ¿Gracias Obama?