Interrogantes sobre el subsidio a luz y gas

En su asunción, Massa confirmó que iba a seguir adelante con la segmentación del subsidio a la energía de hogares, por ingreso y por consumo. Según sus palabras, dijo que se va a “subsidiar hasta 400 kilowatts, alcanzando el 80 por ciento de los usuarios pero sólo el 50 por ciento del consumo total residencial”. Para este año, se estima que el monto de subsidios alcanzaría unos 15 mil millones de dólares. Dado el énfasis del ministro sobre el “orden” fiscal (ajuste), surgieron varios interrogantes.

Lo primero que quedó confuso es si el tope de 400 kilowatts se refiere al consumo mensual o bimensual (coincidente con el período en que se mide). Algunos medios han confirmado que el cálculo sería mensual pero no ha sido precisado oficialmente. En cualquier caso, queda para aclarar también a qué se refieren con mantener subsidios al 80% de los usuarios, ya que el 30% ni siquiera ha llenado el formulario.

Tampoco sabemos si será considerada la estacionalidad en el consumo de luz. El tema no es menor, dado que el consumo de luz del AMBA –por tomar un ejemplo– aumenta en más del 50% cuando la temperatura se aleja de los 20°C. Esto es así tanto a altas temperaturas (por los aires acondicionados) como en las temperatura cercanas a los 0°C (por los aires frío-calor y las estufas eléctricas).

Por último, sigue sin darse a conocer cuál es el costo real de la energía. Massa manifestó que su precio se multiplicó por 4 o 10. Pero Argentina es productora de gas y petróleo (salvo por el 15% que aún debe importar hasta que se termine el gasoducto Néstor Kirchner). Por lo tanto, los precios de gas y luz no deberían regirse por la escasez internacional sino por el costo real. Para eso tenemos a YPF. No sea cosa que se quite el subsidio al consumo popular para sostenerlo hacia las petroleras y distribuidoras.