La Batalla de Salta

[responsivevoice_button voice=»Spanish Latin American Female» buttontext=»Presiona para escuchar»]

El 20 de febrero de 1813, las tropas al mando del General Manuel Belgrano derrotaron al ejército realista en la Batalla de Salta, uno de los hitos de la guerra por la Independencia en las entonces Provincias Unidas del Sur.

El frente del norte fue uno de los escenarios decisivos de la lucha independentista. Situado entre Lima, plaza fuerte de los españoles, y Buenos Aires, fue una zona de continuos y cruentos enfrentamientos. A inicios de 1812, Belgrano fue designado para comandar el Ejército del Norte que resistía el avance realista. En Buenos Aires, habían ganado posiciones los sectores más moderados expresados en el Primer Triunvirato. La orden que enviaron a Belgrano fue la de retroceder hasta Córdoba, lo que hubiera entregado un territorio inmenso al enemigo. No obstante, Belgrano planteó una táctica de desgaste con protagonismo popular, primero con el Éxodo Jujeño, y luego, desoyendo la directiva porteña, enfrentando a los españoles en la Batalla de Tucumán en septiembre de 1812. En ella, el Ejército del Norte, en inferioridad de condiciones, derrotó ampliamente al ejército colonial.

A partir de ese momento, Belgrano retomó su avance hacia el Norte y, buscando sostener la ofensiva, en febrero de 1813 volvió a enfrentar a los realistas en Salta. La derrota española fue total y Pío Tristán, su comandante, debió firmar la rendición incondicional. La Batalla de Salta fue además la primera en la que flameó la bandera celeste y blanca, expresando así la firme voluntad de proseguir el camino de la independencia. Nunca más los españoles lograron reconquistar el territorio que hoy forman las provincias de Tucumán y Salta.

Tras la Batalla de Salta, el Ejército del Norte prosiguió hacia el Alto Perú, actual Bolivia. Pero se encontró con un enemigo fuertemente reforzado desde Lima, siendo derrotado en Vilcapugio y Ayohuma a fines de 1813. Los combates en el frente norte prosiguieron varios años más, con gran protagonismo de las guerrillas comandadas por Martín Miguel de Güemes y Juana Azurduy.