La desocupación trepó al 9,6%, según los datos del segundo trimestre publicados recientemente por el INDEC. El dato no sólo es alarmante porque significa un nuevo aumento de la desocupación, sino además porque nos va retrotrayendo a la crisis social del 2001.
En nuestro país, la peor desocupación registrada es la del segundo trimestre de 2002, cuando alcanzó el 21,5% según INDEC. Fue consecuencia de la crisis social del 2001 generada por el endeudamiento y desindustrialización de largos años de convertibilidad liberal. Cuando asumió Néstor Kirchner, la desocupación estaba en el 20,4%. Los años siguientes fueron de paulatina mejora y, según tiene hoy publicado el INDEC, era del 5,9% en el tercer trimestre de 2015 cuando asumió Mauricio Macri.
El gobierno ha sabido utilizar la falta de credibilidad en el período del INDEC intervenido para tapar las nefastas consecuencias de su política. Pero ahora el dato de la desocupación actual sólo es superado por el valor de desocupación del primer trimestre de 2007 (que era 9,8%), cuando el INDEC aún no había sido intervenido. ¡Pasaron doce (12) años!
A modo de comparación, también podemos recordar el dato de desocupación a fines de la hiperinflación de 1989, con Raúl Alfonsín, también según datos del INDEC: 7,6%. Y las perspectivas actuales incluso reconocidas por el Presupuesto macrista son de empeoramiento.
