El mismo día que la ministra Patricia Bullrich anunciaba el “protocolo para evitar piquetes”, estaba convocada una movilización al puente Pueyrredón contra recortes en los alimentos. Ya reunidos en los alrededores de la estación “Maxi y Darío” en Avellaneda, aquel jueves 18/2 las organizaciones barriales debieron improvisar asambleas para explicar las novedades. Con una certeza: no iban a abandonar su protesta, porque de ello dependen alrededor de cien comedores que vienen sosteniendo y 60 mil personas que vienen recibiendo alimentos de diversas formas.
Alzando la voz para ser escuchado por sus compañeros y compañeras de la Agrupación Clasista Lucha y Trabajo, Sergio Párraga afirmó sin tapujos: “Esto, ya lo vivimos en otras épocas. Hace 20 años hubo un gobierno acá, que se llamó de Carlos Menem, que hizo lo mismo: tenía que hacer pasar un gran ajuste y sacó una ley que había que pedir autorización para hacer una marcha. Bueno… eso le duró dos años nada más. Al tercer año le estalló porque el quilombo era tan grande por todos lados que nadie le dio bola a eso y todo el mundo salió a reclamar”.
Entonces desafió: “Ahora va a pasar lo mismo, porque la gente va a protestar por el ajuste que está haciendo el gobierno. Aunque ellos digan que no protestes. Aunque ellos te amenacen con encarcelar a los dirigentes. Aunque ellos te amenacen con tener un juicio por violar una ley, que son las leyes que ellos van a aprobar o ya aprobaron. Pero como sabemos que lo que están haciendo le va a provocar al pueblo mucho más sufrimiento, lo vamos a enfrentar igual”.
De este modo la movilización se hizo. Las organizaciones evaluaron la correlación de fuerzas concreta y marcharon por el puente Pueyrredón para llegar a la Casa de la Provincia de Buenos Aires en la CABA. Finalmente el gobierno debió tomar el compromiso de recibirlos para analizar el reclamo. Fue solo un comienzo de la batalla contra este “nuevo” protocolo represivo, como parte de la lucha contra el ajuste.
“En 5 minutos”
Así sintetizó el protocolo la ministra Bullrich: “Les vamos a dar 5 minutos; se van o los sacamos”. Pretendiendo justificarse en el malestar que generan los cortes, agregó: “Queremos mostrar un cambio de paradigma y que la Argentina comience a mostrar normalidad y que la normalidad no sea interrumpir la calle y complicar la vida de la gente como pasó hoy”. Entonces amenazó: “No vamos a adoptar el método de media calzada ni nada, sino la liberación total”.
Según el “protocolo”, si la manifestación es organizada, los funcionarios de seguridad deberán contactarse con los organizadores para “establecer un recorrido, tiempo de duración y realización y estimación de participantes” y avisar a la Justicia.
Si se trata de cortes espontáneos, las fuerzas de seguridad informarán a los manifestantes que deben liberar el lugar y al mismo tiempo se avisará a la Justicia. Si los manifestantes se niegan, “se abre un brevísimo momento de avisarles que por favor liberen la calle e inmediatamente si no lo hacen comienza un procedimiento de liberación por uso de la fuerza pública. Si el delito es infraganti las fuerzas pueden actuar por sí mismas sin necesidad de orden judicial, pero simultáneamente se le avisa a la Justicia”, explicó Bullrich.
Además, la ministra advirtió que “si las personas están a cara tapada y se niegan a identificarse o entregar armas o palos, se puede ordenar la detención”. También se indica el inicio de demandas civiles contra los manifestantes u organizaciones para que respondan con su patrimonio por los daños de bienes públicos o privados que ocasionen.
Para despejar dudas, al día siguiente el secretario de Seguridad Eugenio Burzaco aclaró: “En el 99% de los casos no va a haber balas de goma”. Quienes ya sufrieron ese “1%” son los trabajadores de Cresta Roja, por reclamar trabajo sencillamente.
Igual cortamos
Días después, el “protocolo” se volvió a poner a prueba con el paro y movilización de ATE. No sólo la movilización desbordó cualquier intento de encorsetarla por parte del gobierno, sino que incluso la jornada del miércoles 24 comenzó con un corte en Corrientes y Callao desde las 7am.
Patricia Bullrich prefirió desentenderse del problema y viajó a Washington. Evidentemente, frente al reclamo contra los despidos y por las paritarias, el gobierno tiene cola de paja. Lo mismo viene ocurriendo con los piquetes de vecinos en reclamo por los cortes de luz, que ese mismo día continuaron. De todos modos, el gobierno no resignará sus objetivos de frenar los cortes y limitar los reclamos, por lo que habrá que evaluar cómo actuar ante cada situación concreta que se vaya presentando.