La reforma previsional que prepara el gobierno

Recorte del gasto público, flexibilización laboral, reducción del “costo laboral” y reforma del sistema previsional es el camino que prepara Cambiemos para después de las elecciones. Ya lo viene anunciando el diario La Nación desde comienzos de julio: “Los ministros Nicolás Dujovne (Hacienda) y Jorge Triaca (Trabajo) trabajan en una amplia reforma tributaria que elimine impuestos, aportes y contribuciones”. “La dejamos para después de octubre por el ruido electoral que genera”. “Triaca también tiene en carpeta una ambiciosa reforma previsional” (2/7/2017).

El Ministerio de Trabajo ya dictó dos resoluciones para avanzar en la reforma del régimen jubilatorio creando la comisión para redactar el proyecto y designando a sus tres miembros (Lilia Mabel Maffei de Borghi, Bernabé Lino Chirinos y Félix Roberto Loñ, quien fuera asesor de Videla durante la dictadura). Esta reforma viene siendo reiteradamente exigida por el FMI, que entre otros puntos plantea elevar la edad de jubilación.

El gobierno ya aprobó algunas modificaciones en este terreno el año pasado: Ley de Reparación Histórica, la Ley de Pensión Universal de la Vejez y el uso del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de ANSES.

También intentó modificar a la baja la fórmula para el cálculo del haber mínimo jubilatorio. Aunque tuvo que dar marcha atrás en ese momento, cae de maduro que volverá a intentarlo en el marco de una reforma más general del sistema.

Otro punto será el aumento de la edad jubilatoria y de los años de aportes. Y unificar en una sola categoría el régimen de autónomos y monotributistas.

Además, según denunció la representante de CTERA en la Comisión de Fortalecimiento de la Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, Graciela Cipolletta, buscarán consolidar un sistema conformado por tres pilares: una pensión no contributiva a la vejez –que en este momento ya está en la última ley– con el 80% del haber mínimo, lo que clausura la moratoria; un segundo pilar de aportes y contribuciones pero con achatamiento en los aportes y contribuciones; y un tercer pilar voluntario, de capitalización individual en base al cual los salarios más altos dejan de aportar al pozo común.

El ajuste del gobierno sobre los jubilados está en marcha. Redujeron la cantidad de medicamentos que el PAMI cubría al 100%, redujeron prestaciones y centros de atención, impulsaron la eliminación de pensiones por discapacidad y la exigencia de certificados de defunción a las viudas o viudos para cobrar una pensión.

Todo tiende a reducir el gasto fiscal, bajar los aportes patronales como forma de bajar el “costo laboral”, y abrir el camino a la reprivatización del sistema previsional.