La universidad de pie!

Sin dudas, fue la movilización universitaria más grande, al menos desde la dictadura hasta acá. La Avenida de Mayo estaba llena desde la Plaza de Mayo hasta Congreso. Los docentes, estudiantes y trabajadores no docentes circulaban no sólo por el pavimento, sino que también las veredas eran un amontonamiento. Y también por las calles laterales y hasta la Diagonal Sur llegaban y salían manifestantes. Según los organizadores hubo 350 mil personas. Y quizás esta estimación se quede corta. A pesar del día lluvioso, ventoso y frío en la cuidad.

Debemos sumar además las masivas movilizaciones, también históricas, que hubo en todo el país. En Mendoza, 30 mil. 10 mil en Río Cuarto. 15 mil en Neuquén. 50 mil en Rosario. Sumando otras 200 mil personas en 70 localidades a lo largo y ancho del país.

Marchando hacia la Plaza de Mayo, hubo un remolino de centros de estudiantes, asociaciones docentes, universidades, gremios, agrupaciones y gente suelta. Hubo columnas que viajaron desde todo el país para decir presente. La FUBA y la FULP marcharon juntas. Se hicieron notar las universidades del conurbano, muchas de ellas creadas hace pocos años. Y especialmente hostigadas por la gobernadora Vidal con su frase tristemente célebre de que “ningún pobre llega a la universidad” para justificar el cierre. Una de las columnas más grandes fue la de Arquitectura y Diseño de la UBA, encabezada por una bandera “Fadu de pie”, la AGD y el CEADIG, y convocada también desde varias cátedras de la facultad.

El pueblo percibió, por un lado, que no se está discutiendo sólo salario sino que la universidad tal cuál la conocemos está en peligro, como fue explícitamente señalado en los discursos. Y por el otro, la movilización condensó la bronca contra el callejón a que nos lleva el gobierno nacional cuando se abrazó con el FMI. También se señaló justamente desde el palco que hoy se está dando continuidad a las movilizaciones contra la Ley de Educación Superior aprobada en 1995 –aún vigente– y contra el arancel que abría esa ley pero que no pudieron imponer. Una ley educativa que, al igual que la Ley Federal de Educación, fue aprobada bajo recomendación del Banco Mundial. Basta releer las propuestas de este organismo sobre arancel, examen de ingreso, eliminación de contenidos, acreditaciones, quita de autonomía y hasta eliminación del cogobierno para tomar noción de las pretensiones del gobierno en pos de cumplir con el FMI. Todo esto estuvo bien sintetizado en la consigna y hashtag #SinUniversidadesNoHayFuturo.

Los oradores del acto expresaron un amplio abanico. Días previos a la marcha, la Fedun y la conducción de la FUA habían festejado como un triunfo la propuesta salarial del gobierno de un 15% –cuando la inflación superará el 30%– y proponían llegar apenas hasta el Ministerio de Educación, a ocho cuadras de la Plaza Congreso. Pero a impulso de la Conadu Histórica, la Conadu, la FUBA y otras federaciones estudiantiles, y de no quedar en ridículo ante la previsible movilización, todas las federaciones docentes, estudiantiles y hasta la Fatun de los no docentes se unificaron en marchar hasta la Rosada. En el medio también se expuso la interna dentro del gobierno detonada por la disparada del dólar y las propuestas de cambio de presidente.

Los cantitos estuvieron a tono con la nueva situación. No sólo por la actualización de las letras a “les estudiantes…” en lugar de “los”, y el desparrame de pañuelos verdes, sino principalmente por el clásico “MMLPQTP” o directamente “Andate Macri LPQTP”.

Los discursos

El palco fue montado a metros del Cabildo. Las columnas entraban y salían mientras se sucedían los discursos. Abrió el representante de Fedun. Luego siguió el secretario general de Conadu Histórica, Luis Tiscornia, que destacó la marcha como consecuencia de “la más amplia unidad y con la decisión de ir a la lucha”. Sintetizó el contenido de la jornada en la defensa del salario, el derecho a estudiar y en que “cualquier hijo de nuestra familia pueda (…) tener el derecho a estudiar en la universidad”. Le siguió el representante de los no docentes, agrupados en Fatun.

Los discursos de los estudiantes reunieron miembros de Franja Morada, la JUP, y de varias vertientes de la izquierda. Algo inédito. Abrió el presidente de la FUA, Bernardo Weber que integra la Franja, con un tibio discurso. Siguió otro integrante de la Junta Ejecutiva de la FUA y miembro de la UJS-PO, Federico Casas, que señaló que Macri “le quiere hacer pagar a los docentes y estudiantes el fracaso de su política económica”. Aunque puso en el blanco no sólo el ajuste del gobierno sino también de “los rectores de todas las universidades”. Cerró un documento leído por los miembros de la FUA que integraron la Lista Unidad por una Nueva Reforma en su último Congreso, que señalaron que la educación “en todos sus niveles se encuentra en estado de alerta, lo que se refleja claramente con las trágicas consecuencias recientes con dos muertes en la escuela de Moreno y otra en La Matanza”.

Siguió entonces un saludo de Sonia Alesso, de CTERA, que exigió “paritaria nacional docente y presupuesto para las escuelas y las universidades” y convocó a “llenar el Congreso de la Nación” por el debate del Presupuesto 2019.

Luego cerró Carlos Defeo, secretario general de Conadu, que también destacó el “el ejemplo de la unidad de la movilización en la calle”. Denunció que el conflicto con esta universidad se detona porque el gobierno quiere un “un país que solo produce materias primas o que regala los minerales”. Reivindicó a los profesionales formados en la universidad pública, que “pusieron en órbita satélites y que pusieron a la Argentina entre los nueve países del mundo capaces de hacerlo, que pudieron armar las centrales termonucleares” y producir medicamentos, entre otros logros científicos. Por eso “no solamente está en peligro el derecho a estudiar” sino también “que nuestro pueblo siga teniendo una herramienta fundamental para el desarrollo, para que no volvamos al siglo 19 en pleno siglo 21”. Cerró repitiendo su “vamos a volver” y convocando a la unidad para que el año que viene “en esa Casa Rosada haya un gobierno popular que empiece a levantar las banderas históricas de nuestro pueblo”.

La diversidad y masividad que se unió en la marcha golpeó de lleno al gobierno. Tanto que decidió, al otro día, levantar la reunión paritaria pactada. Porque si el gobierno va a defender el acuerdo con el FMI hasta las últimas consecuencias, no tiene otra propuesta para el pueblo que más ajuste, despidos, hambre y represión. Pero el pueblo no va a bajar los brazos hasta derrotarlo.