Lanata y Clarín, dispuestos a cualquier cosa


El objetivo: Reforzar el discurso de mano dura para criminalizar a la juventud de los barrios más humildes. El medio: Entrevistar “por casualidad” a un niño adicto de 11 años que en realidad había sido apretado por la policía; un montaje armado con la intervención del secretario de Seguridad de Lanús, Diego Kravetz. El niño pudo ser reconocido porque ni siquiera modificaron su voz. Tras el episodio, el Movimiento de Trabajadores Excluidos –el cuál integra la madre de “El polaquito”– desmintió los dichos del niño sobre los cuales Lanata montó su campaña (al fin de cuentas es un niño, pobre y adicto). Y denunciaron judicialmente a Lanata, Kravetz y la policía. La acusación es sencilla: violar los más elementales derechos del niño.