Cuando comenzó una mujer llamada Azucena Villaflor* dijo: “Individualmente no vamos a conseguir nada. ¿Por qué no vamos todas a la Plaza de Mayo?”
El 30 de abril de 1977 acudieron a la Plaza 14 madres. Regía el estado de sitio, no se podían hacer reuniones públicas. Unos policías se les acercaron y les ordenaron marchar. Y ellas lo hicieron alrededor de la pirámide de Mayo, desde ese día hasta la actualidad.
Madres heroicas que esa dictadura no pudo callar.
Mujeres fundadoras de décadas de lucha inclaudicable por un país sin injusticia y sin represión.
Mujeres rodeadas de la solidaridad popular que no las dejó de acompañar.
Mujeres que con su firmeza en la búsqueda de la verdad y la justicia parieron un emblema que recorrió el mundo.
* Azucena Villaflor fue víctima de la infiltración del asesino Alfredo Astiz en sus reuniones, y fue secuestrada junto a las madres María Eugenia Ponce y Esther Ballestrino de Careaga.