Le hacemos frente

Contundente paro nacional bancario.

La inflación de marzo, según el INDEC, arrojaró un elevado 2,3% de inflación, llevando acumulado en el trimestre un 6,7% y el 25,4% en 12 meses. Estas cifras se ubican cuatro puntos por encima del 21,6% anual a la que se había desacelerado en julio del año pasado y también resulta superior al 22,6% anual de diciembre de 2017.

En tres meses lleva casi la mitad de lo proyectado para el año. Por eso el presidente del Banco Central salió a aclarar que la meta de inflación va a variar y que para controlarla seguirán elevando las tasas. Un remedio, que está comprobado, no trajo soluciones salvo –claro– para los capitales especuladores.

El déficit de la balanza comercial (8.500 millones de dólares) es histórico, y es expresión de una política antiindustrialista y destructiva para las economías regionales. Esto es agravado por el ciclo de crecimiento de las economías imperialistas, donde el grado de sumisión alarmante del gobierno nacional llega a permitir que nos impongan aranceles y, en medio de la “guerra comercial” entre China y EEUU, ser el escusado de los EEUU que ahora nos vende la soja y el cerdo que no le compra China.

El FMI emitió un nuevo informe donde precisó una menor tasa de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) que la prevista meses atrás, una inflación mayor a la oficial y un pedido de mayores recortes en el gasto público.

Pero el gobierno apostó al pacto con los jerarcas de la CGT que ya hicieron los deberes en la mayoría de las paritarias firmando el 15% en dos veces, que incluyen a gremios grandes, como comercio con 1.400. 000 trabajadores/as, la UTA o encargados de edificios, entre otros. Pero fracasaron nuevamente y la inflación no da tregua.

Y nuevamente “la serpiente se muerde la cola”, donde es el gobierno y su política la responsable de engordar a “su enemigo”: la inflación. La importación indiscriminada, los aumentos de consumo masivo, los tarifazos (que los paga el pueblo en beneficio de los monopolios del rubro energético) y la devalución (para beneficiar a los sectores agroexportadores) llevaron a que nuevamente la inflación siga subiendo. Ahora esperan a que después de mayo baje la inflación. Pero ya nada modificará el 22% o 24% a fin de año.

Por otro lado, apuestan a la obra pública con el sistema PPP (Proyectos Publicos Privado) que fracasaron en España y Grecia. Así, el gobierno otorgará contratos leoninos con ventajas a las empresas que pueden ser la envidia de cualquier colonia, como la eliminación del IVA y Ganancias a las empresas que liciten, permiso para importaciones, la suba del peaje al 50% y permiso para litigar en tribunales internacionales.

Por otro lado lanza un plan para la reparación, terminación y construcción de ramales de ferrocarriles, con acuerdos con monopolios de origen chino y otros, aprovechando “la guerra” con Moyano, golpeándolo donde mas le duele y, de paso, bajando costos para los monopolios agroexportadores y energeticos de petróleo y gas que usarán esos ramales.

Viejas recetas

El gobierno no tiene asegurado el triunfo en las elecciones del 2019, pero ya largó su objetivo reeleccionista y todas las medidas estarán teñidas por este objetivo. El gobierno sabe que su termómetro en gran medida es la economía. Según encuestas, la preocupación en este rubro igualó a la de la inseguridad.

Para abrirse paso recurren a todo lo que le pueda resultar últil, en primer lugar tratar de divir a la oposición usando a su favor la histórica descomposición del PJ y el acuerdo con los gobernadores amigos.

Hubo dos hechos que alarmaron al gobierno y a sectores peronistas de buena relación con el Ejecutivo, los llamados el “opo-oficialistas”. El primero fue el Encuentro de la Militancia “Hay 2019” que se realizó en San Luis, donde confluyeron los que bancaron el 21F y se proponen un reagrupamiento amplio para derrotar al macrismo en el 2019. El segundo fue la escasa convocatoria del “Peronismo Federal” encabezado por Pichetto que se reunió en Gualeguaychú, donde no pasó más que de una foto de algunos dirigentes que proclaman más su anhelo de diferenciarse del kirchnerismo que de ganarle a Macri.

Este es el trasfondo de la desición de la Jueza Servini de Cubría de intervenir el PJ, violando hasta la propia Constitución, otorgándoles a los sectores expresados en Gualeguaychú el sello para desde allí desplazar al kirchnerismo y otros que trabajan para ganarle al macrismo en el 2019. No solo trata de aprovecharlo el gobierno sino que, al ser el jerarca Luis Barrionuevo el interventor, provoca un rechazo en bloque de los sectores medios y trabajadores.

El momento que aprovecha la jueza y el gobierno es el de la ofensiva de los sectores dominantes en Brasil contra Lula, llevándolo a la cárcel con causas de corrupción aún no probadas, miestras es primero cómodo en las encuestas para las elecciones de este año. No tienen pluritos a la hora de violar las constituciones y el propio sistema republicano. En la misma dirección se manifiesta el virtual estado de excepción en Jujuy, gobernado por Gerardo Morales de UCR-Cambiemos, donde le llueven las denuncias de corrupción en la obra pública y contesta con las detenciones sin pruebas ni condenas. Ya no hay movilización que no se reprima y ahora se le suma los allanamientos en la madrugada a dirigentes sindicales y sociales como los ocurridos la semana pasada.

De esta forma, el macrismo y sus aliados buscan avanzar y tratar de imponerse frente a la voluntad del pueblo que va recogiendo el camino de la lucha. Pero, al igual que en Brasil, no basta con violar los derechos democráticos. Menos en pueblos que padecieron dictaduras feroces. Porque la lucha popular es como la marea que cuando se aleja de la playa es para venir con mas fuerza.

Le hacemos frente

La lógica del gobierno es buscar bajar los gastos castigando las espaldas del pueblo. Ya se puso en marcha los retiros voluntarios (despidos encubiertos) pactados con UPCN en el Estado. Sigue avanzando en la criminalización de la lucha y la persecución a los deirigentes sindicales y políticos, como el allanamiento y detención de dirigentes del PSTU en Neuquén, en el marco de la causa del 18 de diciembre. Tambien a la comunidad Mapuche que denuncia la ocupación de sus tierras.

Pero la marea de mujeres que inundó las calles del país el pasado 8 de Marzo, el debate político de masas que protagonizan en la lucha por la Ley del Aborto Legal Seguro y Gratuito, el parazo de los bancarios que pechan contra la paritaria a la baja, la paritaria docentes que sigue abierta en provincia de Buenos Aires y muchas provincias, el “verdurazo” de los productores de hortalizas y frutas sin tierras que son castigados por los arriendos, los precios y fletes o la pueblada de Virrey del Pino, La Matanza, que se movilizó frente al asesinato a sangre fría del colectivero Leandro Alcaráz exigiendo mayor seguridad y denunciado la complicidad o la vista gorda de la policía de la provincia frente a los robos y el narcotráfico, muestran que hay voluntad de lucha. Cuando este periódico esté en la calle se estarán llevando a cabo el Ruidazo Nacional el 18 y el 19 la Marcha de las Velas contra los tarifazos impulsada por la coordinación del 21F.

Desde esta voluntad de lucha vamos trabajando la coordinación hacia un paro nacional activo que lo tendremos que imponer desde abajo y desde adentro de los sindicatos y CGT’s.

Desde este grito de lucha también se va forjando el reagrupamiento de los que trabajamos para derrotar al gobierno macrista y sus aliados en el 2019. No son tiempos de “alternativas”. Son tiempos de unidad y lucha y lucha por la unidad, donde las fuerzas antiimperialistas y democráticas nos proponemos ser parte de una confluencia que abra una nueva situación en la Argentina donde el pueblo tenga mejores condiciones para luchar por lo que le arrancaron, fortaleciendo los instrumentos frentistas dirigidos por los trabajadores, que lo lleven hacia delante, frenando las importaciones indiscriminadas, aumentando los salarios y jubilaciones, replanteando la producción agropecuaria que termine con la sojización, dejar de endeudarnos y recuperar conquistas históricas como la Junta Nacional de Granos y Carnes o el IAPI, forjando el camino de la liberación nacional y social.