Tras 24 años de conducir Boca Junior, el macrismo perdió las elecciones de este histórico club el último 8 de diciembre en manos de la lista que encabezaron Ameal, Pergolini y Riquelme, quien con su apoyo tras una gambeta “unitaria” volcó la elección indefectiblemente. Con presencia récord de socios, más de 38.000 sufragantes, logró el 52,84% de los votos frente al 30,60% del oficialismo y el 16, 41% de Beraldi. Así la lista oficialista de Gribaudo y Crespi, fogoneada por el hasta entonces presidente de Boca Angelici, cayó derrotada.
La contienda xeneize, sin dudas, también fue parte del escenario que dejaron las elecciones presidenciales del 27 de octubre. Ameal recibió el apoyo de Alberto Fernández y también activaron Massa y Cabandie para que el ídolo de Boca jugara para la derrota macrista. Cuando a Angelici se le empezó a deshacer el juego, incluso hubo una llamada de Macri a Riquelme. Pero fue en vano. El dirigente de la UCR Enrique Coti Nosiglia, que venía en alianza con su correligionario Angelici, abandonó el oficialismo dos días antes del cierre de la presentación de las listas y pasó a apoyar a Ameal. Así las cosas, hubo que esperar a que el domingo 8 se abrieran las urnas, que por más de un 20% de diferencia también dijeron: ¡Chau Macri!
