Milei: ¿Qué hay de nuevo?

[responsivevoice_button voice=»Spanish Latin American Female» buttontext=»Presiona para escuchar»]

En el spot de campaña Milei expresó que “no se puede esperar otro resultado con los mismos de siempre”. Él sería, según esto, algo distinto, nuevo, a las políticas que venimos acostumbrados. Sin embargo, sus planteos mágicos nos hacen acordar una trágica historia ya vivida, para quienes tenemos presente las privatizaciones y el neoliberalismo de los ’90.

Milei sostiene que el 50% de pobreza se debe a que tenemos un Estado “elefantiásico” y “paternalista”, que supuestamente inhibe la iniciativa privada y no deja actuar al libremercado. Es exactamente el mismo argumento con el cual Menem y Cavallo privatizaron YPF, la siderúrgica Somisa, el sistema previsional, Aerolíneas Argentinas, la telefonía, los servicios de distribución de gas y electricidad, y avanzaron en las políticas de mercantilización de la educación con las propuestas del Banco Mundial. Todas estas privatizaciones y sus despidos (y no el Estado) son causas fundamentales de la pobreza y la desocupación estructurales que soportamos desde aquel momento.

Aquellos eran tiempos de la “Convertibilidad 1 peso – 1 dólar”, implementada con Domingo Cavallo como ministro de Economía y que mantuvo contenida la inflación durante casi una década. Pero que terminó en una de las peores crisis económicas y sociales que se recuerden, y 36 muertos en la represión del 19 y 20 de diciembre de 2001. En esos días era presidente Fernando De la Rúa (electo con la Alianza UCR-FREPASO), pero Cavallo ¡seguía ejerciendo el cargo de ministro!

Hoy, la propuesta de dolarización que sostiene Milei tampoco es nueva. Hacia el fin del segundo mandato de Menem también se planteo la posibilidad de dolarizar, como una forma de intentar sostener esa convertibilidad que ya se estaba cayendo.

Tan cierto es que Milei sostiene el mismo enfoque y se propone continuar con las políticas del menemismo, que considera que Carlos Saúl Menem “fue el mejor presidente de toda la historia”. Además expresó que Cavallo es “el mejor ministro de la historia”, historia que incluye la autoría de la estatización de la deuda externa de la dictadura. Como si faltara algo más, otro ex ministro de Economía de Menem, Roque Fernández, integra el Consejo de Asesores Económicos de La Libertad Avanza.

Coincidencias

Los puntos de contacto entre el partido de Milei y el menemismo no se agotan en el plano económico. También en la posición frente al genocidio de la dictadura de 1976. En 1989 Menem indultó a los militares condenados por delitos de lesa humanidad. La lucha popular logró su anulación en 2003, junto con las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Ahora, la candidata a vice de La Libertad Avanza, Victoria Villarruel es fundadora de Jóvenes por la Verdad, un grupo cuya actividad más destacada era la de coordinar visitas al dictador Jorge Rafael Videla (Página/12). Villarruel se encargaría del área de Seguridad y Fuerzas Armadas, y además sería quien asuma si los berrinches de Milei desbordaran los límites de la cordura.

Otro tema destacado es también la posición ante el derecho al aborto. Tanto Milei como Menem rechazan esta posibilidad. Menem incluyó su rechazo impulsando la aprobación de convenciones que declaren defender a la vida “desde la concepción”. Milei propone hacer un plebiscito para rever lo que ya fue ampliamente debatido y aprobado en el Congreso.

Discurso y realidad

Si no fuera porque ya tenemos una basta experiencia en las consecuencias de las políticas privatistas de Menem y Cavallo, las propuestas de Milei serían ideas liberales incomprobadas. Pero en verdad ya hemos comprobado su desastroso resultado económico y social. Menem recibió un 6% de desocupación, pero la subió al 12,9% al final de su mandato. Luego De la Rúa, que volvió a solicitar los servicios de Cavallo, tuvo el mérito de seguir la tendencia hasta el 19,7%. Otro tanto pasó con la destrucción y extranjerización de industria nacional. Y en cuanto a la promesa de estabilidad económica, lo que terminó ocurriendo con la Convertibilidad es que las provincias imprimieron bonos para pagar sueldos: Lecops, Patacones, Lecor y una decena de bonos-cuasimonedas.

Cínicamente, la noche del escrutinio los “libertarios” cantaban “¡Que vayan todos!”: cantito que se masificó en la noche de aquel 19 de diciembre cuando se conoció la renuncia del “mejor ministro de la historia”, Domingo Cavallo, que semanas antes había impulsado el corralito que expropió los ahorros de los argentinos.