Nieto 130: Bienvenido!

Se llama Javier Matías Darroux Mijalchuk. Había sido abandonado cerca de la ESMA a sus cuatro meses en diciembre de 1977, poco después de ser secuestrado junto a su madre: Elena Mijalchuk. Poco antes había sido desaparecido su padre: Juan Manuel Darroux. Hasta que, cuatro décadas después, «el tío Roberto Mijalchuk recibió el llamado tan esperado a ese teléfono fijo que nunca había dado de baja», explicó Estela Carlotto en la conferencia en Abuelas de Plaza de Mayo.

Javier, el aparecido 130, agradeció a todos los que lo acompañaron e hicieron posible este re-encuentro. Y especialmente a su compañera y amigos que le insistieron en la búsqueda de su identidad ante sus propias dudas. «Fue recién a fines de 2006 que entendí el egoísmo de mi postura. Tenía que ser conciente que del otro lado podían estar buscándome, un hermano, un tío, una abuela», recordó. Recién en octubre de 2016 su perfil genético pudo ser cotejado con el de su abuela. «La restitución de mi identidad es para mí un homenaje a mis padres, una caricia en el alma, un símbolo de memoria, verdad y justicia», expresó.

Su madre Elena estaba embarazada al momento de su desaparición. Javier sigue reclamando toda la verdad. «Mi historia, la de mi hermano y la de mis padres aún no está resuelta», concluyó.