Milei designó por decreto un interventor, violando la autonomía universitaria y desconociendo las autoridades elegidas legítimamente como en cualquier otra universidad nacional. También suspendió la ejecución del presupuesto para sueldos y funcionamiento.
Ejecutan una persecución ideológica contra esta institución que empezó a funcionar en el año 2000 como Universidad Popular y hoy tiene 2300 estudiantes, 190 docentes y 90 no-docentes. Hay promociones de egresados y graduados. Sumando provocación, el lunes 1º la Policía Federal impidió durante algunas horas el ingreso de docentes y estudiantes. El gobienro “no quiere a la Universidad Nacional de Madres de Plaza de Mayo, porque son negacionistas, reivindicadores de la última dictadura cívico militar y son visitadores de los genocidas”, analizó la rectora Cristina Camaño sobre lo ocurrido ese lunes.