“No dejamos de creer que es posible hacer la revolución”

La casa está ubicada en la periferia de la ciudad de Tandil, cuesta arriba, en un barrio conquistado ocupando los terrenos. Desde la puerta de la casa, ingeniosamente construida sobre las rocas del cerro, se ven los edificios de la ciudad. Allí vive Jorge Lezica, conocido como el Mono. Conversamos sobre el proceso que lo llevó a romper con el PCR y la CCC, sobre la importancia de la zona y las perspectivas de construcción política.

¿Cuáles fueron los cuestionamientos que hicieron al PCR y la CCC?
La CCC en los años ’90 venía con una línea de reagrupar un frente que pudiera llevar a la clase obrera y al campesinado a la liberación. Nosotros planteamos lo del Argentinazo como pueblada. Analizábamos que la única opción era un Argentinazo que agrupara a todas las organizaciones sociales, el campesinado pobre, los trabajadores y resto del pueblo, para llegar a un desenlace donde gobernara el pueblo.

Pero no estuvimos como teníamos que estar. Inclusive algunos regionales de la CCC, la organización de masas que dirige el PCR, se dispusieron a cuidar los techos de las casas y los barrios, de forma muy reformista. Actuaron como una ONG, en lugar de que esos dirigentes estuvieran en la calle, como verdaderos clasistas y combativos en ese desenlace. Esos dirigentes tomaban al Argentinazo como una consigna nada más, y no como un hecho real, que había sido producto de la lucha de los compañeros nuestros en la calle. Y desde la dirección del PCR hubo quienes insistían con que no importaba quién venía después del Argentinazo, que el problema era tan sólo voltear a De la Rúa. Nosotros ahí ya empezamos en contradicción.

Después las clases dominantes ya estaban tratando de salir de esa encerrona, porque habían sido vapuleadas con el Argentinazo. Entonces se dieron una política para cooptar a los que venían en la calle. Instalaron al gobierno kirchnerista, que vino después de cambiar seis presidentes en poquitas semanas y tras la devualuación de Duhalde que salvó a terratenientes y monopolios. Instalaron a Néstor Kirchner como el que podía resolver los problemas y podía garantizarles a las clases dominantes la gobernabilidad. Vino con un discurso reformista, donde muchos sectores que habían estado en la calle entendieron que eso era ‘lo posible’. No luchaban por lo necesario sino por lo posible.

Muchos dirigentes nuestros dudaron. Inclusive Kirchner se puso la gorrita en La Matanza de la CCC. Y es verdad que apareció cierto grado de expectativa en la gente. Pero vos no podías promover la expectativa. Porque me acuerdo allá por 2004 o 2005 cuando quisieron firmar una tregua en una Mesa Nacional, tratando de involucrarnos en una firma garantizando al gobierno que no iba a haber más cortes de ruta y así poder bajar más planes.

Y la mayoría de la Mesa en un primer momento lo aceptó, y después retrocedieron porque se dieron cuenta que era una macana. Era todo muy punteril, donde te tomaban de la necesidad de los compañeros de tener planes para salir de la situación que era crítica. Los principales dirigentes cuestionaban de palabra el liberalismo y el caudillismo; pero en los hechos no aceptaban el debate con los compañeros.

Fijate cómo fue que yo lo que le critico al PCR, que a veces hablábamos con el gordo José Mendizábal(1): ¡En el Argentinazo se estuvo cuidando techos en los barrios, pero no en la Plaza de Mayo junto a otros compañeros que estaban combatiendo! Y también después, para colmo, hubo una alianza con la Sociedad Rural a partir de la rebelión agraria del 2008. Ahí vos tenés contradicciones terribles en relación al Programa que tenía el PCR y la práctica política concreta. Esas cuestiones son gravísimas para nosotros.

¿A qué te referís cuando denunciás una alianza con los terratenientes?
En el 2008 nosotros trabajamos para una cuestión muy profunda, que era las retenciones segmentadas, para los pequeños y medianos productores, y no que sea igual las retenciones para todos. Fueron los Chacareros Federados en Entre Ríos y en Santa Fe los que salieron a pelear la decisión de subir las retenciones cuando el gobierno las llevó del 15% al 30% y que las empresas exportadoras como Cargill no devolvían el dinero que habían retenido de la cosecha del 2007/2008.

Entonces los Chacareros Federados junto a la Federación Agraria salieron a pelear. Después se engancharon todos, lo que fue también autoconvocados. Pero en autoconvocados venía una runfla terrible, había personajes vinculados a los grupos Crea. Esos grupos bajan línea política y te manejan desde sociedades de fomento, clubes y hasta organizaciones sociales como la del Toti Flores.

Y la CCC, a través de La Matanza, estrechó vínculos con Oscar Alvarado, familia terrateniente de Buenos Aires, impulsor de los grupos Crea y fundador del grupo sojero El Tejar. Tras su muerte se creó la Fundación Alvarado, que facilitaba contactos entre empresarios y cooperativas como las de la CCC, y reunía donaciones para las organizaciones sociales en las cenas anuales que hacía en la Sociedad Rural. Por eso digo que la CCC, el organismo de masas del PCR, terminó como una pyme del grupo Crea. Lo discutimos y no nos hicieron caso.

¿Cuál era el interés de  Oscar Alvarado?
Un amigo, que conozco de esta región desde hace muchos años, me contaba que en una cena lo escuchó a Alvarado decir casi lo mismo que Kirchner: que muchos dirigentes que habían encabezado la lucha en los ’90 eran cooptables. Que no eran gente de principios, sino que tenían una actitud punteril, sin muchas convicciones. Entonces los podían cooptar. Y que se veía en el trato cotidiano con ellos.

Alvarado sacaba conclusiones de sus charlas con Alderete ¿no? Él decía que era un tipo sin principios, que no podían llevar adelante ninguna revolución y que tampoco hablaban de revolución delante de ellos. No aparecían como clasistas convencidos frente a ellos.

Este tipo Alvarado decía que podían tener un gobierno del tipo Lula que favoreciera la industrialización con muchas ganancias y, como la cosa había caído tan bajo en 2001, con poco podían gobernar por muchos años. Y lo mismo dice Kirchner. Fijate que su propaganda es enfocarse en el 2001 y desde ahí discutir toda la problemática social actual.

¿Cuál fue la respuesta ante estos cuestionamientos?
Hubo una defensa terrible de la relación de nuestros dirigentes con El Tejar. A nosotros nos costó una represalia al movimiento. Esas cosas sucedieron y se fueron dando como todo el mundo lo conoce. Si vos estuviste comiendo con el enemigo, ¿cuál es tu enemigo ahora? ¿A quién vamos a enfrentar? ¿Quién es que se queda con el dinero de la clase obrera y de la ganancia de los pequeños campesinos? ¿Quiénes son? Porque se sentaron con ellos a charlar. ¿Contra quién es nuestra política? ¿Con quién nos unimos? ¿Con quién peleamos? Esas preguntas se las tienen que hacer cada compañero que está militado en su lugar. ¿De qué le sirve esa lucha y esa discusión con la masa cotidiana de por qué los planes, por qué la necesidad de organizarnos, por qué la lucha por trabajo genuino, quién se queda con el dinero? Todo eso desaparece en una cena.

¿En qué momento es que toman la decisión de romper?
Cuando ya no tenemos la posibilidad de no tener ningún tipo de debate. Porque no nos reconocían como zona. No reconocían la discusión que dábamos nosotros, y tampoco la necesidad de estar en el medio de la Pampa Húmeda y tener una organización que estuviera luchando en uno de los sectores más ricos del país. No nos querían dar el debate en ningún lado. Tratamos de influenciar, tuvimos mucho tiempo tratando de que nos escucharan, de que las cosas cambiaran. Pero en el 12º Congreso del PCR nosotros no participamos, porque no nos dieron la posibilidad de participar en esa reunión. ¿Para qué íbamos a estar entonces? ¿Qué caso tenía que nosotros estuviéramos? Después los ataques personales, que ya era desgastante.

En estos momentos integran la Agrupación 1º de Octubre. ¿Cómo surgió y qué objetivos se plantea?
La agrupación se llama 1º de Octubre porque esa fecha fue el primer corte importante por desocupados de la ruta nacional 26 que hubo en Tandil, en el año 2001. Nosotros éramos 1º de Octubre dentro de la CCC; ahora ya no estamos en la CCC.

Tandil está en el centro de la provincia más importante del país, de donde salen las mayores riquezas. Es una ciudad de 150 mil habitantes. Tandil es la principal cuenca lechera de la provincia, segunda del país después de Córdoba. Después tenés actividad minera. Y lo que es producción agraria, tanto en granos, oleaginosa y forrajeras; es una zona muy importante en la cría de ganado. Y también tenés la Universidad Nacional del Centro. Tandil tiene catorce bancos. Está también Fabricaciones Militares de armas y explosivos. Hay un predio de formación de curas. Y después tenés el Ejército, la Fuerza Aérea y hasta un cuerpo de la Armada en Azul.

Cualquier partido que se plantee luchar por la liberación nacional y social tiene que darse un trabajo en esta zona, e impulsar organizaciones que estén peleando desde aquí. Entonces creemos que la Agrupación tiene que ser un movimiento que tenga esa connotación de arraigo en la zona y pelee por las reivindicaciones más inmediatas en la región, como el trabajo genuino en una zona con tantas riquezas, y para formar los cuadros que lleven adelante esa línea de luchar por la liberación.

Nosotros no dejamos de creer que es posible hacer la revolución. Seguimos adhiriendo al programa del PCR; los que se corrieron del programa fueron ellos. Sumado a esto, obviamente la CCC tuvo sus consecuencias, ya que el organismo de masas que ellos dicen que es un frente único y que era amplio estaba dirigido por el PCR. Entonces todas las consecuencias de desviaciones de línea y traiciones de PCR a su clase se ven reflejadas en la CCC.

¿Qué se proponen en relación a la construcción partidaria?

Y bueno, abrimos un proceso de integración con los compañeros del Comité de Reconstrucción del Comunismo Revolucionario. Estamos viendo cómo avanzamos y cómo discutimos. Aún no hemos discutido a fondo con los compañeros. Sabemos que se marcha a la constitución de un partido nacional, unificando también a compañeros de Tierra del Fuego.
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(1) José Mendizábal: Miembro del PCR que tuvo a su cargo el seguimiento de la zona de Tandil. Luego, crítico con la línea de seguidismo y falta de independencia durante el conflicto agrario y con otras diferencias profundas, se desvinculó orgánicamente del PCR. Murió en 2011 de un infarto en Capital Federal.