Ocupación de terrenos en Malagueño: De acá no nos vamos

Los vecinos decididos a avanzar por sus propios medios para tomas posesión de los terrenos prometidos.

Impulsado por la necesidad de vivienda, los vecinos de Malagueño comenzaron con las tareas de desmalezamiento y marcación de los lotes para asignar los terrenos. Buscan concretar así el reclamo que ya lleva tres años desde la ocupación de diciembre de 2012, camino en que se viene avanzando pero que la provincia y el monopolio cementero suizo Holcim buscan dilatar. Entrevistamos a Héctor Ramirez, más conocido como Cacho, de la Corriente Clasista René Salamanca de Malagueño y de la Cooperativa que reúne a los vecinos.

–Han empezado a ocupar los lotes y avanzar por sus propios medios.

–Sí, más que nada por el incumplimiento del gobierno provincial. El gobierno provincial en octubre del año pasado llamó a una licitación pública para la urbanización de los primeros 237 lotes. Ya en esa fecha se decidió qué empresa ganó la licitación, que es la empresa Trujillo, y ellos no cumplieron con eso. Es más, ahora el gobierno provincial se niega a aceptar la donación de esas tierras.

–¿Y qué tareas están haciendo en los terrenos?

–Ahora estamos construyendo un salón comunitario. Estamos avanzando con los chicos de arquitectura en la marcación de las manzanas. Hoy viene un agrimensor para presupuestarnos todo lo que es el amojonamiento. Así vamos avanzando en la decisión de no irnos más y que se cumpla con los compromisos acordados tanto por la cementera Holcim, la Municipalidad como el gobierno provincial. La idea es comenzar la semana que viene en la urbanización de los lotes. Tenemos el plano de urbanización aprobado por el gobierno provincial.

–¿Y qué medidas siguen?

–Firmar el convenio la semana que viene y seguir avanzando en la posesión real de la tierra a través de la entrega de los lotes, con las condiciones que hemos puesto para la adjudicación de las tierras. Por lo tanto se van a ir entregando en la medida en que la gente participó y todo lo que se ha ganado luchando. Pusimos para la entrega un orden de mérito entre los compañeros para ver a quién se van a entregar los primeros lotes.

–¿Quiénes son las partes que tienen que firmar el convenio?

–Holcim, el Municipio, las cooperativas y el gobierno provincial. Con Holcim hemos tenido diferencias. Al principio ellos querían que los solteros o familias sin hijos no tuvieran acceso a los terrenos, pero hemos podido destrabar eso. Aparte conseguimos tener autonomía en cuanto a la adjudicación de los lotes, que no nos condicionen con eso.

–¿Qué balance hacés con respecto a esta lucha que ya lleva tres años?

–El balance es positivo por lo que se ha logrado. Creo que lo principal en estos tres años han sido los 70 días de lucha. En el 2012 fueron tres días de lucha cuando logramos la expropiación. Y después, los dos meses de lucha con la instalación de la carpa. En esos días de lucha se gestó lo que hemos conseguido en estos tres años de negociaciones.

–¿Y cómo analizás la política de Holcim por un lado y de los gobiernos municipal y provincial en relación a esta lucha.

–Nosotros lo que queremos es la gratuidad de los terrenos, porque la lucha no tiene precio. No queremos que hagan negocios con la gente de Malagueño. Holcim ya han hecho negocios. Porque el total son 700 lotes, ellos donan todo pero quedándose con 100 lotes para venderlos a precio de mercado. La municipalidad se queda con 250 y 350 nos corresponden a la cooperativa. Entonces ellos con los lotes que se quedan están haciendo negocios. La Municipalidad porque pasa a cobrar impuestos a 700 familias, donde antes había sólo un terreno baldío. Los Holcim van a vender los lotes urbanizados y van a hacer su negocio. Nosotros no queremos eso.

–Y si se sigue dilatando la firma del convenio, ¿qué piensan hacer?

–Nosotros hemos tomado la decisión de no irnos más de ahí. Ellos vinieron a sacarnos con la policía y la abogada de Holcim porque estábamos construyendo el salón, pero no han podido. Nosotros no hemos dejado ningún resquicio legal, por eso no pueden tener una orden judicial de desalojo. Entonces cuando vino sólo con la policía, pero sin orden judicial, no nos pudieron sacar. Nosotros hemos tomado la decisión de no irnos y empezamos con los chicos de arquitectura con la organización de las manzanas y todo eso.