Otoño Uriarte: 10 años de impunidad

A Otoño Uriarte, adolescente de 16 años, la secuestraron el 23 de octubre del 2006 en General Fernández Oro, Río Negro. Su cuerpo fue hallado seis meses después, golpeada y violada, en un canal de riego de zona rural, luego de la movilización y lucha de sus familiares, la comunidad y organizaciones sociales y políticas. Desde el momento de la desaparición la policía y la “Justicia” desviaron la búsqueda, desperdiciaron las primeras horas, encubrieron sistemáticamente a los responsables.

Durante la búsqueda y la posterior lucha por el esclarecimiento y justicia, el fiscal Oscar Cid (quien luego fue separado y reemplazado por Chazarreta) se negó a ligar el femicidio a las redes de trata que funcionan en la zona, vinculadas a la policía y el gobierno local y provincial, evidenciado por escuchas telefónicas entre proxenetas y policías. Redes que se fortalecen y crecen junto con la explotación petrolera, donde existen parajes que son destinados principalmente a los prostíbulos.

Las pruebas y pericias realizadas al cuerpo y lugar fueron contaminadas, ocultadas y borradas garantizando así la impunidad con la que se mueven los proxenetas junto al Estado y los gobiernos de turno. Los seis procesados fueron sobreseídos y la causa, lejos de avanzar, se estanca. Sin embargo, el pueblo no olvida y no perdona, todos conocen a los responsables porque ellos caminan libres por las calles. Y Otoño sigue sin justicia.

Este 23 de octubre, a diez años de su desaparición, a pesar de la lluvia intensa, se realizó una marcha convocada por familiares, amigos, vecinos y distintas organizaciones que recorrió las calles de General Fernández Oro, donde se escrachó la comisaría y culminó con las palabras del padre de Otoño, el abogado, una delegación de Madres Victima de Trata, entre otros. También acompañaron una murga y la comparsa de candombe de mujeres Relmu Malén.

Corresponsal