«Pepsico cierra para precarizar»

Entrevista a Silvina, obrera despedida, en la ronda de las Madres.

Sus ojos denotan cansancio y desazón. Pero su expresión, y sus palabras, muestran que aun después del brutal desalojo no está dispuesta a bajar los brazos. Silvina hace ocho años que trabaja en Pepsico. Por la mañana, junto a sus compañeras y compañeros de trabajo, sufrió la represión de la Bonaerense y Gendarmería. Por la tarde, integró el grupo de obreros que participaron de la ronda de las Madres en Plaza de Mayo, invitados por los organismos de derechos humanos. La Plaza del pueblo esta vez no sólo abrazó a las Madres, sino también a las obreras y obreros.

–¿Cómo afectó el conflicto con Pepsico a tu familia?

–Y, desde que Pepsico cerró la puerta mi vida se paralizó. Yo voy desde la fábrica a mi casa y no sé cómo explicarles a mis hijos que la mamá está todo el día en la fábrica para poder recuperar el puesto de trabajo que ya no lo tiene. Me afectó porque yo soy sostén de mi familia. Con eso lo mando a la escuela a mi hijo y a mi nena de 4 años, y pago todo: niñera… Y ahora me quedé en la calle, sin nada.

–Por un lado la empresa despide pero por otro importa productos porque no da abasto con la demanda. ¿Qué se propone?

–El día anterior a que la empresa cierre, presentó un preventivo de crisis diciendo que esta planta le daba pérdida cuando los que trabajamos ahí sabemos que el corazón de Pepsico está en Florida. Ellos están cerrando para precarizar el trabajo, porque les está diciendo a las fábricas tercerizadas que trabajaban con ellos que el año que viene vuelve a abrir. Y cuando vuelva a abrir va a abrir con gente precarizada, que esté todo el tiempo pagándole la mitad de lo que nos pagaba a nosotros. La empresa hacía 400 cajas por día, y la empresa con 30 cajas sacaba $15.000. Con un día de trabajo Pepsico le pagaba a toda la planta, todo el mes.

–O sea que vos decís que, a pesar de lo que dice su comunicado, Pepsico se propone reabrir el año entrante…

–Y por abajo a las empresas tercerizadas les está diciendo que el año que viene va a volver a abrir.

–¿Te sorprendió el apoyo explícito al desalojo por parte del gobierno nacional en la voz de Ritondo?

–La verdad yo no puedo esperar nada del gobierno. Primero porque acepta un preventivo de crisis trucho. Segundo porque es cómplice de la burocracia que nos dejó solas. Y además le da la mano a la multinacional que en vez de producir en la Argentina está trayendo mercadería de Chile. Yo no espero nada del gobierno. Encima nos manda a reprimir.

–¿Cómo evalúan la posición del sindicato?

–Nosotros no esperábamos nada del sindicato. Pero hicimos la prueba, fuimos a un plenario y allí [el secretario general Rodolfo] Daer nos dijo que no se podía hacer nada, que este gobierno se venía con toda contra el trabajador, y que teníamos que esperar hasta octubre.

–¿Cómo piensan seguir ahora?

–Y ahora tenemos distintas actividades. Tenemos que hacer una asamblea a ver si podemos hacer un acampe afuera. Por lo pronto el domingo tenemos un festival en las puertas de la fábrica.