Fue multitudinaria la movilización que el martes acompañó a los trabajadores de Pepsico. Tras el brutal operativo represivo que desalojó la planta la semana pasada y generó una oleada de bronca e indignación popular, la marcha partió desde el Obelisco, pasó por la Plaza de Mayo y llegó hasta el Congreso, donde se realizó un acto. En la cabecera, se podía ver a decenas de obreras y obreros de la planta con su ropa de trabajo.
La presencia sindical fue muy importante y amplia: estuvieron presentes las dos CTA, el SUTNA, ATE, los ferroviarios del Sarmiento, el Subte, Línea 60, SUTEBA, Ademys, AGD-UBA, el SITRAIC, AGR y muchas otras organizaciones, agrupaciones y referentes sindicales. Junto a estos, marcharon organizaciones de derechos humanos, con la infaltable Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, organizaciones sociales, estudiantiles y fuerzas políticas.
En el acto, Cecilia y Catalina, trabajadoras de Pepsico desde hace 20 años, denunciaron que es falso que la empresa esté en crisis y plantearon que el Gobierno “se olvidó de los trabajadores y solamente gobierna para los empresarios”. Por su parte, Camilo Mones, delegado, reiteró la ilegalidad del cierre de la fábrica y denunció las amenazas y extorsiones con los que la empresa obligó a muchos trabajadores a que acepten la indemnización. También denunció el rol de Rodolfo Daer del Sindicato de la Alimentación, que los dejó solos y les dijo que no resistieran. Por último, llamó a derrotar el plan de ajuste del gobierno en las calles y exigió a la CGT un paro nacional ya, planteando que van a seguir la lucha hasta el triunfo.
Con el apoyo de los presentes, los trabajadores de Pepsico montaron una carpa en la Plaza de los Dos Congresos, que cumplirá un rol de denuncia y de centro de organización para seguir la lucha por la reapertura y la reincorporación de todos.
