Pfizer, “negligencia” y algo más

1.Al final, las negociaciones con Pfizer no eran sólo sobre la palabra “negligencia”, incluida en la Ley de Vacunas Nº 27.573. Buscaban además alguna garantía más frente a posibles juicios, que se tradujo en parte de las regalías petroleras. Ése era el trivial “seguro de caución” al que había hecho referencia Patricia Bullrich cuando mencionó que podríamos haber entregado las Malvinas… La preocupante concesión a las farmacéuticas estadounidenses evidencia a la vez por qué el gobierno había demorado semejante reforma en la ley. Comentario aparte merece la persistente hipocresía de Juntos por el Cambio que, por un lado, cuestiona la no concreción del acuerdo previamente y, por el otro, las condiciones que imponían llegar a ese acuerdo.

2.Las condiciones especiales logradas por Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson ponen de manifiesto que detrás de estos monopolios hay un estado imperialista, que negocia en función de una estrategia geopolítica –que desde ya incluye a las vacunas–. Recordemos que Estados Unidos demoró durante meses el envío a nuestro de país de millones de vacunas AstraZeneca cuya producción había comenzado aquí. Este trato especial del gobierno estadounidense con nuestro país va en el mismo sentido de su posición en el FMI sobre la negociación de los más de 45 mil millones de dólares de deuda heredada del gobierno macrista.

3.El apuro actual del gobierno –que derivó en la reforma por DNU de la Ley de Vacunas aprobada en 2020 por el Congreso– tiene que ver con la posibilidad de vacunar adolescentes. En mayo de este año Canadá, la FDA en Estados Unidos y EMA en Europa aprobaron el uso de Pfizer para adolescentes (desde 12 a 17 años). Por otra parte, en junio China aprobó el uso de las vacunas Sinopharm y Sinovac para niños y adolescentes (desde 3 a 17 años). También hay en curso estudios de Moderna y Johnson & Johnson; y se han iniciado estudios con la Sputnik V. Pocos días después del DNU, el gobierno argentino firmó un acuerdo con Moderna para recibir 20 millones de vacunas; y este fin de semana estarían llegando 3 millones y medio de vacunas donadas de este laboratorio.

La oposición de Juntos por el Cambio había responsabilizado al gobierno porque no se había concretado un acuerdo que supuestamente posibilitaba la llegada de 8 millones de vacunas Pfizer hasta el primer semestre de este año. La información es tomada de las palabras de un gerente de Pfizer en la audiencia en el Congreso realizada el 8 de junio pasado. Pero ocultan que, para esa fecha, Pfizer sólo había cumplido con el 30% de sus contratos. En el caso de Brasil, peor aún, el 2%; Australia, el 13%; y Japón, el 15%. (Estos datos fueron puestos de relieve por Leandro Santoro en el debate por TN con el diputado macrista Fernando Iglesias, quien no pudo desmentirlos.)

4.Tras superar una demora inicial en el envío de las vacunas, Argentina está logrando un alto ritmo de vacunación y ya superó el 47% de la población vacunada. A la demora general, se le sumó el bloqueo de varios meses por parte de Estados Unidos al envío de millones de dosis de AstraZeneca. En ese contexto, el gobierno argentino tuvo un gran logro en los acuerdos con Gamaleya (Sputnik V), Oxford-AstraZeneca, Sinopharm y ahora se suma Moderna. Y tiene especial importancia la producción en nuestro territorio de AstraZeneca y Sputnik V.

Aún así, las dificultades evidencian la importancia fundamental de fortalecer los seis desarrollos de vacunas Covid que se están llevando adelante por institutos argentinos. Éste es el camino de soberanía sanitaria al que apuntamos. Las perspectivas actuales es que al menos alguna de estas vacunas sirvan como refuerzo en 2022, cuestión a tener presente dada las incesantes mutaciones del virus. Junto con esto, la pandemia demostró la necesidad imperiosa de que el Estado garantice la salud; y no que la salud pública sea considerada como una salud para pobres, administrada desde una secretaría del Ministerio de Desarrollo Social como había resuelto el gobierno macrista.