Privatización y entrega en ARSAT

El gobierno de Macri impulsó la firma de un convenio entre la empresa ARSAT S.A. (controlada por el Estado argentino) y la estadounidense Hughes (Hughes Network Systems). El mismo crea una nueva sociedad, Newco, con control del monopolio yanqui en telecomunicaciones (51%) y minoría de ARSAT. Newco estará a cargo de la fabricación del satélite ARSAT 3, que debería haber sido realizado por el Estado argentino a través de ARSAT S.A., proceso que ya había sido frenado por el actual gobierno hace seis meses.

ARSAT 3 fue planificado para proveer servicios de telecomunicaciones (transmisión de datos, internet y televisión). Ahora, la nueva empresa de mayoría privada con control de Hughes controlará la banda Ka de comunicaciones (que permite una mayor comunicación de ancho de banda). Y, según trascendió, deberá tener como proveedor para las antenas receptoras y el segmento de tierra a la propia Hughes. De hecho, también implicará la sesión a esta empresa de una de las posiciones de Argentina en la órbita geoestacionaria.

Encima el convenio vuelve a aceptar la jurisdicción en el extranjero para futuros litigios, como ya sucedió con la deuda externa y los fondos buitres.

Para llevar esta entrega adelante, aprovecharon el hecho de que ARSAT fue establecida como una Sociedad Anónima (con mayoría estatal) y no como una Sociedad del Estado (como en su momento fue creada YPF). A diferencia de una Sociedad del Estado, una S.A. no sólo permite en su forma societaria la participación de privados sino que puede dar lugar a que tome acuerdos confidenciales con monopolios sin siquiera informar al Congreso. Así fue también lo que ocurrió, durante el gobierno anterior, con los acuerdos secretos que YPF S.A. firmara con el monopolio Chevron. Aunque, en el caso de ARSAT, también está la Ley 27.208 sobre Desarrollo de la Industria Satelital que obliga a que este tipo de acuerdos con ARSAT sean aprobados por el Congreso Nacional, lo que fue violado por el gobierno de Macri.

“Entendemos que nuestras misiones satelitales no pueden seguir financiándose en un 100% con el impuestos de los argentinos. Por eso, ARSAT 3 busca viabilizarse también a través de inversiones o aportes privados”, argumentó en un comunicado ARSAT S.A. justificando la privatización. “Estamos buscando un socio estratégico”, defendió el propio Macri para justificar la entrega del 51% del nuevo satélite. La política de “atraer inversiones extranjeras” que impulsa el gobierno de Macri trae en su esencia la política de privatización y entrega.