René Salamanca y Gody Álvarez, presentes!

En un nuevo aniversario del golpe del ´76, homenajeamos a dos enormes dirigentes revolucionarios asesinados por la dictadura.

César Gody Álvarez y René Salamanca.

César Gody Álvarez, el Gordo Antonio por su nombre de militancia, nació en Bolívar, provincia de Buenos Aires, en 1932. A inicios de los ‘50 se mudó a Buenos Aires y se afilió al Partido Comunista. En 1968 sus posiciones críticas hacia la dirección del PC lo llevaron a empalmar con la ruptura que daría origen al PCR. Ese mismo año fue destinado a Córdoba con el objetivo de armar el Partido allí, que contaba entonces con un reducido grupo de miembros. Por su parte, René Salamanca nació en Saturnino María Laspiur, un pequeño pueblo de la provincia de Córdoba, en 1939. A los 17 años se mudó a Córdoba capital donde trabajó como obrero en distintos lugares. A mediados de los ‘60 comenzó a actuar sindicalmente y conformó con compañeros de distintos afluentes la corriente Felipe Vallese.

Fue en ese momento cuando sus destinos se cruzaron. Gody tuvo siempre el norte en ganar a la clase obrera para un camino revolucionario. Desde esa concepción se concentró en el vínculo con los trabajadores de la Felipe Vallese y en particular con Salamanca, que se terminó afiliando al Partido. Salamanca, por su parte, era un dirigente en plena “búsqueda”. Como señaló en un testimonio, el Cordobazo de 1969 fue clave para él: “el Cordobazo me hace dar cuenta que yo, donde estoy –una pequeña fábrica metalúrgica- no sirvo para nada. Me impresiona la  incidencia de las columnas, de las grandes masas. En esos meses rompo con los diez años de porquería que traía detrás y me dedico a hacer una verdadera militancia político sindical. Adhiero a la ideología del proletariado, el marxismo-leninismo”(1).

René abrazando a Gody, tras el triunfo de la Lista Marrón en el SMATA Córdoba.

Después del Cordobazo, y aún en plena dictadura, grandes luchas obreras sacudieron las fábricas automotrices, el contingente más importante del proletariado cordobés. La dirección del SMATA, el gremio automotriz, comenzó a ser cuestionada por las bases, y Salamanca y Gody se propusieron ser parte de ese proceso. Hacia fines de 1969, Salamanca entró a trabajar en la planta Santa Isabel de Ika-Renault y comenzó un trabajo silencioso, mientras Gody Alvarez se dedicaba incansablemente a la construcción partidaria, vinculándose y logrando ganar a otros dirigentes obreros. En 1972 todo ese trabajo confluyó en la Lista Marrón, encabezada por René Salamanca, que sorpresivamente ganó las elecciones y pasó a dirigir el SMATA Córdoba.

La dirección clasista de Salamanca en el SMATA logró conquistas impensadas para los obreros e instaló métodos democráticos totalmente novedosos. A la par, el PCR de Córdoba se fortaleció bajo la dirección de Gody Álvarez y se transformó en un partido con un peso importante en el movimiento obrero, estudiantil y campesino.

En 1973 la situación política cambió, primero con la elección de Cámpora y luego con la vuelta de Perón al poder. El vínculo con las masas obreras peronistas, amplia mayoría en el SMATA, fue uno de los nudos políticos fundamentales que tuvieron que resolver Gody y Salamanca en esos años y que permitieron la reelección de Salamanca en 1974.

Ese año, no obstante, los hechos comenzaron a precipitarse. Tras la muerte de Perón se aceleraron los preparativos hacia un nuevo golpe de Estado. En ese complejo contexto, Gody Álvarez y Salamanca, desde una concepción política en el trabajo sobre la clase obrera, pusieron el centro en la denuncia del golpe que se preparaba. Salamanca no descuidó en ningún momento la lucha por las reivindicaciones concretas de los trabajadores, por ejemplo en momentos de políticas de ajuste del gobierno de Isabel o de persecución y represión a dirigentes combativos como el propio Salamanca. Pero no perdió nunca de vista la contradicción principal del nuevo período político, signada por el enfrentamiento al golpe de Estado. “No cambiamos salario por gobierno”, sintetizó Salamanca en relación a esa línea, planteando también: “En el país se ha ido creando una situación golpista, como en 1955. Eso obliga a definirse con claridad a todo el mundo. Y yo ya estoy definido: yo estoy contra todo golpe de Estado, venga de donde venga”(2).

Gody Álvarez y Salamanca buscaron que el proletariado encabezara la lucha antigolpista y el propio 24 de marzo de 1976, el SMATA Córdoba realizó un paro histórico contra el golpe. Sin embargo, ese mismo día, el Ejército secuestró a René Salamanca, que se convirtió en uno de los primeros detenidos-desaparecidos de la dictadura. En abril, César Gody Álvarez se trasladó a Buenos Aires pero fue secuestrado el día 13 y asesinado poco después. La desaparición de ambos fue un golpe muy duro para la clase obrera y el pueblo. Pero sus enseñanzas viven en las luchas de hoy y su ejemplo perdura en la lucha por memoria, verdad y justicia. César Gody Álvarez y  René Salamanca, ¡presentes!


(1) Revista La Comuna, Nº 7, diciembre de 1972.
(2) “A los compañeros trabajadores”, Nueva Hora Nº162, 24/12/1974.