Se estatizó IMPSA

IMPSA es líder en el diseño y fabricación de equipamientos hidroeléctricos, eólicos, nucleares, y para la industria del gas y petróleo.

La empresa mendocina IMPSA, con una trayectoria de más de 100 años, fue estatizada. Esto es la culminación de un proceso de muchos meses que llevó adelante el Ministerio de Desarrollo Productivo. El gobierno nacional anunció a fines de mayo la capitalización de la empresa: El Estado nacional aportará 1.363 millones de pesos pasando a controlar el 63,7% de las acciones. A su vez, la provincia de Mendoza aportará 454 millones quedándose con el 21,2% de las acciones. Del porcentaje restante corresponde un 9,8% de las acciones al fideicomiso de acreedores y otro 5,3% para el fideicomiso de la familia fundadora. Hasta ahora, las acciones se repartían entre un 65% del fideicomiso de acreedores (Banco Interamericano de Desarrollo – BID, Export Development Canada y bonistas internacionales entre los internacionales y Banco de la Nación Argentina – BNA, BICE, obligacionistas, entre los principales nacionales) y 35% el fideicomiso de la familia Pescarmona.

Es un dato de mucha importancia que esta empresa pueda sanear su economía y encarar nuevos proyectos, ya que se trata de una empresa de vanguardia en desarrollos tecnológicos. Así se apunta a la continuidad de una empresa que tiene más de 720 empleados y genera trabajo a más de cien pymes proveedoras y subcontratistas. Llegó a tener casi el doble de empleados. Un tercio de los empleos son de ingenieros de alta especialización.

Según informó el propio ministro Matías Kulfas, “el Plan de Recomposición de Estructura de Capital de la empresa se inició con una reestructuración de la deuda que tuvo gran apoyo de los acreedores y que le permitirá a la empresa recomponer su capital de trabajo. Previo a eso, IMPSA tuvo asistencia del gobierno nacional primero a través del Programa ATP y luego con el ‘Programa de Asistencia a Empresas Estratégicas en proceso de Reestructuración de Pasivos’ (PAEERP)”.

IMPSA tiene un alto nivel de especialización y calificación además de una amplia experiencia exportadora en el diseño, fabricación, montaje y operación de productos industriales de alto valor agregado en diversas áreas energéticas. Es líder en el diseño y fabricación de equipamientos hidroeléctricos, eólicos, nucleares y para la industria del gas y petróleo. Asimismo cuenta con una división en automatización y control del sector eléctrico y  electrónica de potencia. 

Su área de mayor desarrollo y experiencia es en grandes proyectos hidroeléctricos. Allí compite con suficiencia tecnológica con los grandes tecnólogos del mundo (de Francia, Alemania, EEUU, Rusia, China). Ha sido exitoso en licitaciones internacionales probando su eficiencia tecnológica. Cuenta en su planta de Mendoza con un Centro de Investigaciones Tecnológicas donde se realizan distintos programas de investigación y desarrollo (I+D). Ha sido proveedora de las turbinas para la Central Hidroeléctrica de Yacyretá y es oferente de los proyectos de Portezuelo del Viento y Chihuidos entre otros. Cuenta además con numerosos proyectos de exportación.

A su larga trayectoria en hidroeléctrica podemos sumar su experiencia en el área nuclear. En la actualidad participa en el proyecto de reactor CAREM 25 de CNEA y ha sido proveedor en ATUCHA II y para la extensión de vida de la central nuclear de Embalse. También incursiona con éxito como proveedor de equipos para la industria hidrocarburífera y ha sido pionero en el diseño y desarrollo de un aerogenerador. Cuenta con estos equipos en operación en varios parques eólicos en La Rioja y Santiago del Estero.

En definitiva, la estatización de IMPSA se trata de un paso muy importante en la dirección correcta, que debe ser complementado con otros para asegurar el éxito. Lo que falta es asegurar que tenga trabajo y actividad en nuestro país. Proyectos hay en todas las áreas de actividad de IMPSA. El peligro es que esas grandes obras en las áreas nuclear, hidroeléctrico, eólico o hidrocarburos se cierren con tecnólogos extranjeros, utilizando conocidas excusas como las facilidades de financiamiento que otorgan los países desarrollados o las alianzas estratégicas que eternizan los esquemas de dependencia.